sábado, 25 de octubre de 2014

19. El Nazareno De La Dolorosa

“El Nazareno, la Dolorosa, marineros y pescadores. (I) Algunas pinceladas sobre la cofradía de marineros coriana en el siglo XVII”

probablemente
Tratemos ahora sobre el ambiente marinero y pescador de Coria durante los siglos XVI- XVIII. Coria fue un núcleo marinero muy importante, que creció aún más alentado por el incremento del tráfico comercial y marítimo desde Sevilla que experimentó el Guadalquivir a partir del descubrimiento de América. No cabe duda que estos sectores ligados al río y al mar constituían por aquel entonces el motor económico de Coria que únicamente decayó cuando el puerto de Indias se trasladó de Sevilla a Cádiz en 1717. Debido ello a las malas condiciones de navegabilidad que alcanzó la ría a través del tiempo con numerosos bajos que hacían difícil el paso de barcos de elevado tonelaje. La villa de Coria tenía el estatuto jurídico ya desde su fundación en 1265 de “guarda y collación de Sevilla” es decir en muchos sentidos gozaba de privilegios como un barrio de Sevilla, como lo era en efecto, aunque con mayor población y dependencia Triana. Coria era el antepuerto de Sevilla y punto de control de cuantas mercancías accedían o salían por el río desde dicha ciudad. Prueba de la importancia marinera de Coria es que el cargo más cardinal para dirimir los litigios que se daban en el río, que designaba la ciudad de Sevilla, era el de Alcalde del Río y tradicionalmente se le solía asignar a un vecino de Coria. Por ello no es extraño que todos los aspectos de la vida coriana incluido el religioso estuviese dominado por un ambiente marcadamente marinero.
A principios del siglo XVII cuenta Coria tan sólo con alrededor de 1000-1500 habitantes, pero a ellos se añade una población de paso muy considerable llegando casi a doblar la anterior, consistente principalmente en marinería de la Armada, agentes de Aduanas, patrones y marineros de barcos, marchantes etc. A principios del siglo XVII se construyó, según parece; la capilla de Ntra. Sra. de la Soledad coincide con el nacimiento de esta devoción en Coria del Río con la difusión que de ella hicieron los Dominicos. Es entonces de cuando un grupo en su mayoría de marineros o pescadores vecinos de Coria fundan esta cofradía pues la referida pequeña ermita se ubicaba extramuros en la confluencia del Riopudio y el río Guadalquivir (que entonces era mucho más ancho que en la actualidad), donde estaba desde antiguo el puerto o fondeadero de resguardo de las embarcaciones que atracaban en Coria (ahí fue donde Magallanes en 1519 se refugió de una tormenta antes de emprender el viaje para dar la vuelta al mundo). Precisamente en esa zona estaban las chozas de los pescadores, en la calle que empieza a formarse y se llama calle Nueva. El crecimiento de la villa en dirección a Puebla es posible porque el gran caño del Riopudio se iba reduciendo progresivamente en anchura y fondo por la colmatación con sedimentos, sin que podamos precisar fechas al respecto. Por tanto el puerto y zona de embarque hubo que trasladarla necesariamente al menos desde principios del s. XVII (aunque en 1640 había aún un caño que permitía a algunas barquillas de pesca acercarse bastante a la Ermita de la Soledad según noticias de la misma) desde la zona del Riopudio a la zona del río que tras el torno de la Merlina pegaba con el río y que estaba junto al prado de la Magdalena al pie del camino a Sevilla donde existió una ermita de igual nombre.

Plano General de Coria del Río en el s. XVII. En la salida por el camino hacia Sevilla se halla el puerto de Coria o de la Magdalena para el trasiego y alijo de mercancias entres este y el puerto de la Dehesilla, evitando así el rodeopara los barcos del meandro, con grandes dificultades para la navegación debidos a los bajos. La Merlina es también otro puerto y venta situdado en término de Dos Hermanas, diagonalmente opuesto al puerto de Coria. Entre las bifurcaciones de caminos (hacia Palomares-Sevilla y hacia La Dehesilla-El Sequero) se hallaba la ermita de la Magdalena conocida también con el tiempo como ermita del Carmen. A esta ermita acudían barqueros, marineros y pescadores a expresar su devoción a la Virgen y a un antiguo Cristo.

En la ermita de la Magdalena situada entre los dos vértices del meandro de la Merlina, fue donde se estableció según es tradición una cofradía de gentes del mar al menos desde el S. XVII (no sabemos si los gremios de marineros y pescadores tenían carácter independientes). La capilla de la Magdalena situada según planos de 1780 del maestro Francisco Pizarro, profesor del Real Colegio de San Telmo (elaborado como parte de un proyecto para hacer la corta de la Merlina) estaba donde hoy mismamente está la gasolinera y da inicio al Camino Bajo de Palomares o Antiguo Camino a Sevilla. La Capilla de la Magdalena sería posteriormente conocida como la de la virgen del Carmen y ciertamente sería en el s. XVII un lugar de frecuente visita por los pescadores, antes de marcharse a sus labores, o los marineros antes de emprender sus azarosos viajes. Precisamente cerca de es lugar se hacía alijo de los Barcos entre el Puerto de la Dehesilla y el Puerto de Coria. En esta ermita se establecería, pero pensamos de forma más tardía sobre mediados del s. XVII la Hermandad de gloria de la Virgen del Carmen, por lo que a partir de entonces una veces la ermita es nombrada de la Magdalena y otras del Carmen (3). Curiosamente la Hermandad que allí quedó sería conocida como de “nuestra Señora del Carmen y Virgen de los Dolores”, esto nos lleva a pensar que anteriormente al establecimiento de la virgen del Carmen como titular era la Virgen de los Dolores la que presidía el altar de dicha Capilla, cambiando la advocación de la virgen y posiblemente también de escultura para adaptarse al nuevo culto carmelitano, pero conservando el nombre de los Dolores como reminiscencia del mismo. En una palabra la Virgen del Carmen y de los Dolores eran una misma cosa en la práctica y en el sentir de los corianos. Recordemos que ligada a la tradición de los pregones de los nazarenos del señor de la Cruz Acuestas cuando pedían limosnas apelaban a la “Virgen del Mayor Dolor”. 


Notas:
(1) En relación con nuestras tradiciones locales religiosas, pero también con otras costumbres antiguas en muchos casos desaparecidas, generalmente no es posible encontrar una constatación, ya que aun en el caso de disponer de algunos datos o testimonios escritos, la investigación histórica sólo nos permite llegar a conclusiones en el mejor de los casos con un alto grado de probabilidad. Así no encontraremos certezas ni alcanzaremos abundantes matices sobre acontecimientos del pasado remoto o sus causas casi nunca, salvo casos infrecuentes. Sólo se puede entrever como se desarrollaban las tradiciones en el contexto social, geográfico y religioso en que se presentaban, y tan sólo podremos profundizar más, en la misma medida en que conozcamos más sobre el citado contexto. Así sabremos en que consistían las tradiciones sólo con mayor o menor probabilidad. Esta limitación es válida para el mundo de las Cofradías, la Semana Santa y sus procesiones en Andalucía antes del s. XIX, por tan no esperemos llegar a encontrar una crónica fidedigna, ni alcanzar el fondo de los detalles de su pasado.
(2)
(3) Al menos en la visita de 1667 del
Bibliografía:
Pineda Novo, Daniel. El Hospital de la Caridad y el Cristo de Las Misericordias de Coria del Río. Conferencia inédita (2008).
Nieto Cortés, Juan Manuel. “Coria del Río. Aproximación a su realidad geohistórica” (1986).
Pineda Novo, Daniel. Historia de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. Coria del Río (1972).
Pineda Novo, Daniel. Hermandad de la Veracruz de Coria del Rió. Su Historia y sus vivencias (2006).
Pineda Novo, Daniel. Historia de la villa de Coria del Río. Ed. Ayuntamientote Coria del Río (1968).

Castillo Martos Manuel, Rodríguez Mateos Joaquín y Suárez Japón Juan Manuel "Sevilla y su río en el siglo XVIII. Un proyecto ilustrado para la mejora del cauce del Guadalquivir" S.Public. Univ. Sevilla (2012).

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