domingo, 7 de septiembre de 2014

10 : Estado De Coria En 1847 Madoz

ESTADO DE CORIA EN 1847-49. REFERENCIA DEL DICCIONARIO GEOGRAFICO DE MADOZ (I)

Vamos a exponer tal cual el artículo dedicado a Coria del Rio del Diccionario de Madoz, para luego hacer unos comentarios que nos ayuden a conocer y valorar el panorama de Coria en aquellos momentos centrales del s. XIX. De esta manera podremos hacerno una idea del entorno en que vivieron los protagonistas de la historia que estamos contando.

Actual escudo de Coria del Río, que data de una fecha posterior a 1880.Según trabajo de Victor Valencia Japón titulado "Por armas un barco" en un primer momento sobre 1820 se estampa el primer sello con escudo que recoge un barco distinto al mostrado asi el barco original es el típico barco de pesca con vela latina. En fecha incierta hacia 1890 se estampa otro barco con inspiración en un barco fenicio tal como se entendía que fueron los que visitaron Coria,pues se presuponía un origen fenicio para nuestra población y que es el representado en la figura anterior y que rige hasta la actulidad. Gracias al trabajo de Victor Valencia publicado en 2011 en el boletin nº 9 del grupo parroquial de San Lucas sabemos que el primer barco fue otro: la barca coriana que todos conocemoscomo barca de pesca. En efecto el cambio en el blasón coriano se debió a que el ultimo tercio del s. XIX un filologo alemán, había creido en base al hebreo que la palabra Caura que designo en los tiempos remotos a Coria significaba "seno de peces"por ello buscaron en algun libro la forma de un barco fenicio que se tomó como escudo. Así pues como recoge Madoz: "hace por armas un barco", el barco primitivo era distinto al del modelo actual . Pocos son los pueblos que en el diccionario de Madoz presentan ya su escudo, Coria etá entre ellos. Se puede observar la vocación marinera de este pueblo pues su emblema se representa siempre con la proa del barco como si se ve desde la orilla de la villa apuntando hacia el mar.
Texto del Diccionario sobre Coria del Río:
CORIA DEL RIO (1847) : v[illa] . con ayunt[amiento]. en la prov[incia]. , part[ido]. jud[icial]. (juzgado segundo); aud[iencia]. terr[itorial]. , c[apitanía]. g[eneral]. , y dióc[esis]. de Sevilla (2 leg[uas].).
SIT[UACION] . al S. de la cap[ital]. á la margen der. del Guadalquivir, antes de la desembocadura en este del arroyo Rio-pudio ó Repudio; CLIMA templado, aunque suelen reinar vientos frescos, padeciéndose mas comunmente calenturas y algún tabardillo.
Tiene 532 CASAS inclusa la de ayunt[amiento]., 15 calles, cárcel, pósito con 108 fan[egas]. de trigo y 3,333 r[eales]. en existencias, y 25,559 fan. en deudas; un hospital, cuyas rentas consisten en 240 rs. de una casa y 285 de varios tributos ; 3 escuelas de niños , una dotada por los fondos públicos con 1,825 rs., y la de niñas con 550 rs., asistiendo á aquellas 108 alumnos; igl[esia]. parr[oquial]. (Ntra. Sra. de la Estrella), junto al cementerio, siendo el curato de segundo ascenso, servido por un cura ecónomo, 2 beneficiados, sochantre, sacristán, organista, etc.: una ermita dedicada á San Juan, dentro de la población, como la de Ntra. Sra. de la Soledad, ambas en uso á cargo del ayunt[amiento].; la del hospital, que lo está al de la beneficencia, y la de Ntra. Sra. del Carmen, sin uso por haberse hundido.
Confina por N. con la v[illa]. de Palomares, que dista 1/2 leg.; E. pasado el r[ío]., con la de Dos-Hermanas (2 leg.); S. la Puebla (1/4), y NO. Almencilla (3/4), estendiéndose el TÉRM[INO] . por el primer punto menos de 1/4 leg., por el segundo 3/4, por el tercero 1/2 cuarto, y por el NO. 1/4 ; su jurisd[iccion]. comprende los cortijos llamados el Sequero, Basteros, Cestero, Barrameda, D. Alvaro, y de la Luz.
El TERRENO es de primera, segunda y tercera calidad , poblado el de ésta última de acebuches y monte bajo que disfrutan los vecinos , y de olivar , le baña , ademas del Guadalquivir , que tiene 3 barcas, una en el sitio nombrado los Malecones, para el servicio, especialmente de las labores , y las otras dos, de propiedad particular , á orillas del pueblo , el espresado arroyo Rio-pudio, que baja hacia Salteras, sobre el que hay dos alcantarillas, una inútil para el Condado, y otra ruinosa en el camino de la Puebla.
Los CAMINOS son muy malos; este último, en particular que se pone intransitable en tiempo de lluvias, como sucede con el que va á Sevilla hasta llegar á San Juan de Aznalfarache. La CORRESPONDENCIA se recibe de la capital por un conductor nombrado al efecto.
PROD[UCCION]. : Cereales y aceite; ganados, especialmente vacuno y cabrio; caza de conejos; pesca de sábalos y albures, IND[USTRIA]. : 1 fáb.[rica] de estracto de regaliz otra de jabón blando, otra para beneficio de mineral, 3 molinos harineros en el arroyo Rio-pudio, 6 tahonas y 4 hornos de ladrillo.
POBL[ACION]. : 760 vec, 3,183 alm. CAP[ACIDAD] . PROD[UCTIVA]. para contr[ibuciones]. directas 8.364,967 rs . ; producto 250,949 : para indirectas 8.613,533 rs.: producto 258,406. CONTR[IBUCION]. : 101,441 rs.
El PRESUPUESTO MUNICIPAL se cubre con la renta de las fincas de propios, y el déficit por repartimiento vecinal. Con fecha 6 de marzo de 1265, concedió D. Alonso X á 150 pobladores catalanes, por juro de heredad, todo el terreno que constituye el térm[ino]. de esta v[illa] , cuyo privilegio ha sido confirmado por varios de sus sucesores: hace por armas un barco.
Comentarios al artículo del Diccionario de Madoz:

No hacia mucho que sobre 1809 el municipio cambia su denominación de villa de Coria a secas por la de "Coria del Río" para distinguirla de la población homónima Coria de Cáceres ( curiosamente tambíén designada como nuestra población por los romanos como Caura y que también usa del gentilicio "corianos" para designar a sus habitantes). Tal cambio de nombre se produjo según se deduce de las actas capitulares del Concejo ramplonamente sin que mediase un acuerdo del mismo, sino simplemente incluyendo el nuevo nombre en las actas.
Coria en aquel entonces 1847-49 era un pueblo de tamaño medio dentro de la provincia de Sevilla que no hacía mucho que se había creado por segregación del antiguo reino de Sevilla en tres provincias que son las actuales : Huelva, Cádiz y Sevilla.
Formaban la población de Coria 532 casas, suponemos que incluyendo las chozas que se hallan en algunos de sus caminos de entrada (de la Isla, al Condado y a Palomares). La mitad de las casas aprox. son de piso bajo y con ventanucos como única iluminación y ventilación, en particular las que correspondían a jornaleros y de poca extensión interior. Las chozas y casas se distribuyen en 15 calles incómodas y sucias la mayor parte del año, por estar prácticamente todas mal empedradas (el empedrado se completó en 1842) . Hay casas que posen un corral al fondo y dan salida por las puertas falsas (postigos) a algunos cortinales (callejones terrizos) y salen á ellos los caños (albañales), por los cuales vierten de las casas las aguas inmundas. Uno de esos cortinales es el conocido como los Mantillos en las traseras de la C/ Rosales, Larga y Nueva donde aparte de postigos tambien hay numerosos pajares ( se conoce así a los almacenes de labranza y grano que a su vez frecuentemente hacen de cuadra de animales de labor). Un lugar muy caracteristico es la llamada cuesta de los Pajares (o Tres Pajares) que da acceso al Cerrro de San Juan, en ella se disponen pajares especialmente valorados pues al estar en alto no sufren los azotes de las arriadas que anegan todo lo bajo del pueblo en el que se encuentra exclusivamente el casco del mismo en el s. XIX. La acera de los impares de la cuesta de la calle de San Juan a la ermita del mismo nombre ( esi.e. trasera de los Tres Pajares) tenía una tapia corrida de los mismos pajares citados y algun que otro postigo, pero dada la excesiva pendiente de esta cuesta convertida en el s. XX en la Escalera del Cerro, por aqui no podian subir carros sino unicamente por la que hemos nombrado como Cuesta de los Pajares.
Siguiendo con la calle de San Juan y algunas cuestiones relacionadas decir que esta calle era en la que vivían las personas más ricas de Coria con preferencia a la Calle Larga, de ello da prueba el gran número de casas con cierros que existían aquí. Se distinguía la parte llana de la parte con empinada y empedrada cuesta que subía al Cerro y a la Ermita de San Juán (la escalera fue construida en 192X), aquí como hemos indicado en la acera de la izquierda predominaba una larga tapia que limitaba la parte trasera de "los Pajares". En la acera de los pares sí existian casas con sus postigos que daban al camino que desde el cruce Martijera-Palomar subía hasta la ermita de San Juan hasta su entrada principal ( la puerta hacia la escalera se construyó sobre mediados del s. XX para la entrada de los pasos de la Hermandad de la Veracruz)  Este camino al que daban los postigos de las casas de la acera par de la cuesta del Cerro, estaba ya desaparecido por derrumbes del barranco del Cerro Alto a finales del s.XIX.
En Coria  algunas casas de hacendados tenían ya cierros y zócalos a las aceras, balcones en el piso alto y en la parte trasera tinao (tinador) para sus ganados. Las de los pelentrines suelen tener doble cuerpo con el soberao (sobrado o cámara) en la parte alta para guardar el grano.
Se observan pues distintos tipos de calles, pero por simplificar distinguimos aquellas a cuyas espaldas están algunas huertas, como la C/ de la Huertas, otras a cuyas fachadas son calles viandarias (ej. C/ Larga) y otras que son las espaldas de las anteriores, conlos postigos de entrada para las bestias y carros de labor, por tanto forman un adarve o cortinal (donde se suelen depositarse las basuras y constituir un muladar )(ej. C/ Los Mantillos espaldas de las C/ Los Rosales, Larga y Nueva o una parte de la C/ la Laguna espaldas de la C/ Salsipuedes)
Como edificios singulares tiene Coria : el Ayuntamiento, el Pósito y las Carnicerías (que no se nombran en Madoz). Tiene además una cárcel bastante mala que estaría ya integrada en un anejo del edificio del Pósito. Por cierto el estado financiero del Pósito es en ese momento precario no sabemos si como consecuencia de anteriores años de sequía o de inutilización de cosechas por arriadas en el que el ayuntamiento vaciaba las paneras , o por requisa del gobierno para sufragar gastos de guerra (por cierto en el año 1843 se produjo el sitio de Sevilla pues esta ciudad se levantó como otras de España contra el general Espartero y sufrió un posterior bombardeo por parte de su general afecto Van Halen), lo cierto es que en deudas hay la asombrosa cantidad de 25,559 fan. (gran parte de la cual si pertenecía al gobierno de la nación se podía dar por incobrable) mientras que en existencias había la ridícula cantidad de 108 fan[egas]. de trigo y en dinero en el arca de caudales 3,333 r[eales]. Cantidad reducida pero que nos habla de la viabilidad aún de esta institución.
Sabemos de 6 cortijos existentes en 1849 llamados el Sequero, Basteros, Cestero, Barrameda, D. Alvaro, y de la Luz. Los tres primeros están localizaos con los mismos nombres en al actualidad peor lo otros tres no. Tenemos daros próximos de los mayores propietarios en unas fecha en que no varía mucho de la anterior, así en 1854 estos eran los también ganaderos Manuel Suárez Cordero y Manuel Suárez Jiménez (vecinos con 266 y 394 fgs.; 622 vacas y 212 caballos el 1º y 146 vacas y 61 caballos), el marqués de Castromonte (400 fgs), y hacendados forasteros Ramón Romero, Ramón Sobrino y Manuel Cabrera (respectivamente 667, 176 y 102 fgs.). Por tanto 6 cortijos y 6 grandes propietarios de tierras es posible que no difiera mucho la asignación posible, aunque la desconocemos. Señalar que el mayor ganadero local era Anastasio Martín con 640 vacas, 256 caballos y 1280 cabezas de ganado lanar. Desde el punto de vista social la clase de estos grandes ganaderos y labradores, son los mayores contribuyentes que lógicamente aprovecharon en beneficio propio las posibilidades electorales que les ofrecía un sistema en que sólo los mayores contribuyentes podían ser elegidos concejales. Se constituía así en una oligarquía dirigente, que a falta de aristocracia en Coria que prefería vivir en núcleos urbanos más importantes decidía en el ayuntamiento a sus anchas.
Las fuerzas de orden público se hallan formadas por los alguaciles municipales y las partidas de rurales organizadas desde 1840 [ la Guardia Civil no se estableció en nuestra villa sino en 1859, puso su cuartel en la C/ San Juan en la que fue anteriormente casa de un hombre principal que tenía desde su magnifico mirador unas excelentes vistas sobre el río ]. Suponemos que adicionalmente existía un reten de carabineros, encargados como agente de Hacienda de reprimir el contrabando a través del río.
La situación de la mayoría de 760 vecinos con que cuenta Coria es de una pobreza y proletarización creciente, pues gran parte de la marinería, desplaza su ocupación hacia el campo por decaimiento de su actividad, aparte tenemos la presión demográfica sobre un término reducido como el de Coria que no da nada más que para sostener a 2000 personas y que cuenta en ese momento con más de 3000 personas.
Tiene Coria tres escuela de instrucción primaria y elemental completa para niños con un total de108 dirigida por uno o dos maestro examinados y apoyados por algún que otro pasante, y la de niñas que contaría con unas 30 alumnas también con su correspondiente maestra. Como la dotación por los fondos públicos de estas escuelas era insuficiente, los padres suplen por reparto lo que falta para cubrir las asignaciones que correspondían a los sueldos de los maestros. Por lo tanto la escuela que debería ser gratuita en principio, conllevaba un gasto que no era asequible a muchos de los vecinos. Sobre la Iglesia hablaremos en otro momento.
Sabemos que Coria contaba con un estanco de tabacos y numerosas tabernas, así como con varias posadas. Entre sus actividades estaban algunos telares de lienzo y un gremio de arriería de relativa importancia entre los que estaba como sector más importante el de los carreteros. Anteriormente tuvo un convento de frailes.
Se hallaba a Coria 12 leguas de la capital, con la que se comunicaba por un camino que se acercaba al piedemonte de la cornisa aljarafeña, pasaba por debajo pero cerca de Palomares, a continuación Gelves, atravesaba San Juan que en aquel entonces se reducía prácticamente al (Barrio Bajo) desde ahí se conducía a la calle San Jacinto de Triana y tras pasar el puente de barcas del referido arrabal sevillano entraba en al capital atravesando su muralla por la Puerta de Triana o por al Puerta del Arenal. La comunicación terrestre se efectuaba a pie, a lomos de un burro o en algún carro de un particular que coincidía hacía tal viaje. No consta que hubiese un servicio regular de galeras, aunque es de suponer que alguna a cargo de algún cosario funcionaría ocasionalmente. En todo caso habría un balijero o cosario que es el que simultáneamente traía la correspondencia a los pueblos ribereños (hasta la Puebla) No existía la carretera rectilínea que sería construida a finales del s. XIX o principios del XX orlada de árboles es sus orillas (moreras fueron los últimos que tuvo).
La otra vía de comunicación era el propio río Guadalquivir, de tal manera que casi desde el comienzo de la implantación de los barcos de vapores en el río ya estos recogían gente en Coria y decayó el transporte de viajeros por tierra, después se mantuvo hasta la llegada del tranvía (1931), habría un servicio exclusivo de vapor que hacía la línea Coria-Sevilla. En el 1849 no existía la venta del Mellizo, aunque segun testimonios orales en fechas próximas se estableció una choza que hacía las veces de esta misma Venta. En esa zona aprox. atracaban algunos barcos y se puede suponer tambien el atraque del algún/os barcajes como se refiere a ello el texto "las otras dos [barcas de pasaje], de propiedad particular , á orillas del pueblo" . Mientras que
“ [la barca] en el sitio nombrado los Malecones, [es] para el servicio, especialmente de las labores”. Estos Malecones defendían la orilla y facilitaba al carga, según hemos investigado su situación era en el mismo sitio donde se efectuó en 1795 la Corta de la Merlina, es decir donde actualmente la Gasolinera y zona de bares, pues esta corta precisaba construir un dique a cada parte del nuevo cauce, tal como hemos visto en un mapa que se aprecia en otra entrega posterior de este blog (Plano de D. Mario Álvarez Benavides, encargado por el Real Tribunal del Consulado de Sevilla para deslinde, de las tierras de que se compone el cauce antiguo del Guadalquivir llamado “Rio Viejo” las cuales en virtud del Corte de Merlina han quedado por la mayor parte en seco: Junta de Obras del Puerto, Archivo Moderno de la Dirección Facultativa, Carpeta núm. 24, Capítulo 3º, Artículo 14, Expediente 2 de Deslinde de terrenos).
Esta zona del Malecón sería la zona más tradicional de pasajes y por tanto ocupada por la "Barca del Concejo de Coria" (justo en ese sitio también se hacia todavía hasta los años 1960 el trasvase de ganados trashumantes). Esta zona también actuaba de muelle para el pasaje de persona y animales para la barca de servicio de los agricultores que atraviesan el Guadalquivir para acudir a sus labores de campo, esta barca pertenece al ayuntamiento y funciona en arrendamiento anual. Dada su capacidad limitada, que no cubre todo el tránsito otros dos particulares cubren el pasaje del río por su cuenta, pero atracando en puntos distintos de la orilla , junto al pueblo (seguramente donde hoy está la venta del Mellizo, como una consecuencia más de la obra de la corta del a Merlina) fuera aparte del pasaje del sitio conocido como Los Malecones.
El hecho de que el primitivo paso de la barca estuviese en el referido lugar de los Malecones (conocido también como el Batán en la actualidad) y continuando en Aquel Lado el camino por la vereda de Barrero tiene que ver con la existencia de dificultades  a atravesarlo por el punto “junto al pueblo”. Por información dada en las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada (1760) en que se indica la existencia de una Antilla frente al pueblo, es decir a la altura del río frente a la Iglesia de la Estrella. Nosotros interpretamos de que se trata de una isleta grande o cordón de islas (el significado de Antilla viene del portugués ante ilha = isla delante de la orilla), que hacían difícil la comunicación para atravesar el río en este punto a barcos de cierto calado (que es en el que se hace hoy en día) debido a la presencia de estos bajos arenosos. Tras la Corta de la Merlina (1795) la situación del río Guadalquivir cambió y por esto los lugares donde “comía y descargaba”, depositándose a partir de entonces de manera acelerada sedimentos que cubrieron esta Antilla, uniéndose dicha isleta a tierra y por tanto estrechando globalmente el cauce del Guadalquivir a la altura de Coria. Pudo de esta forma originarse en poco tiempo el Prado de Coria o de la Soledad. Con esta razón de ser terrenos espontáneamente ganados al río la Junta de Obras del Puerto de Sevilla (anteriormente Compañía de Navegación) y Ayuntamiento de Coria pleitearon largamente por la propiedad del mismo hasta los años 1950. Sobre estos terrenos se formó el actual Parque Carlos de Mesa, el estadio Guadalquivir y el Barrio de los Laberintos (en este caso hubo que hacer bastante relleno con escombros).
En pocas palabras la corta de la Merlina modificó notablemente toda la orilla de Coria con el río. En 1847 los otros dos pasos de barcas a cargo de la iniciativa particular estaban "junto al pueblo" y en fechas próximas a 1850 según testimonio de los descendientes se instaló en este lugar, primero como una choza la Venta del Mellizo para luego alrededor de 1900 construirse la edificación actual.
A esta misma conclusión del estrechamiento del río y aparición del Prado de Coria después de la corta de la Merlina que aceleró el proceso llegué por superposición del plano de Mielson de 1720 con otro del vuelo Americano de 1956 como indiqué en mi artículo "la Fábrica de Hierro de Coria del Río" publicado en la revista de Feria(Fig. 6).

El paso de barcas del sitio de los Malecones (El Batán) sería ocupado en el s. XIX por el muelle de la Fábrica de Regaliz pero aún en ese punto en los años 1960 se seguían embarcando rebaños de ganado ovejas, caballos y vacas que venían por la C/ Carne y el cordel del Pintado o del Callejón de la Magdalena (véase articulo sobre las vías pecuarias de Coria en este Blog). Con el tiempo se impuso el paso de barca actual junto a la Venta del Mellizo y de Tijeras (actual Discoteca del Parque Carlos de Mesa).

 Tenemos testimonios de que en ambos sitios (Los Malecones, C/ Batán y en el sito de la Venta del Mellizo) se construyeron sendos muelles de madera, uno para servicio de la Fábrica de Regaliz del az onza del Batán. El otro muelle junto al pueblo en el sito de las ventas del Mellizo y de Tijeras era de madera con tres patas, que adentrándose en el río, permitía a los carros entrando por “una pata” y saliendo por otra, acercarse a los barcos y así facilitar las labores de estiba de los “costaleros”. Este puerto daba servicio a diversas mercancías no sólo de Coria sino de gran parte del Aljarafe (sobre todo de aceite y vinos). Como San Juan también tenía otro puerto, por el salían otra mercancías que les resultaba más próxima. No sabemos cuando Palomares dejé de tener puerto, pero sin duda esto ocurrió antes del s. XIX, cuando al dinámica del río alejó sus orillas del borde aljarafeño y al propiciar esto además que esa zona permaneciese encharcada más tiempo, lo cual dificultaba enormemente las labores de descarga. El hecho de la crisis que ello trajo para Palomares es el descenso de población que levó a la segregación de su término de Mairena “La Taconera” primero y de “Almencilla” después.
Desde el s. XVI el tráfico del rio había constituído un puntal fundamental de la economía coriana, de tal forma que los más ricos de Coria se caracterizaban por dominar una flotilla de barcos, si bien también pose ian tierras pero como segunda opción. La progresiva perdida de importancia del puerto de Sevilla, hizo que la riqueza maritima-comercial de Coria se fuese desplazando hacia el sector agropecuario, pudiendose establecer el punto de inflexión de este sector precisamente ahcia la mitad del s. XIX, a ello tambien contribuyó la corta de la Merlina y la introducción de los barcos de vapor, que reducían el tiempo de viaje desde Sevilla al gran puerto de Cádiz y por tanto hacía mas prescindible el puerto secundario de Coria. La influencia beneficiosa para un pueblo como Coria de su puerto, por tanto, no era tan sólo la facilidad de transporte de mercancías con una propia flotilla de botes, que aunque iría en decadencia a lo largo del s. XIX, todavía tenían un número y un papel predominante sobre el parque de barcas de pescadores, sino que además le permitía tener algunas fábricas de las que carecían prácticamente la totalidad del resto de pueblos del Aljarafe. Son excepción San Juan que disponían de fábricas similares a las de Coria y Tomares que tenía tan sólo una de plomo.
La presencia de estas fábricas de regaliz, y jabón blando estaban justificadas por lo desagradable que era la misma presencia de “aires viciados” (humos) en la propia capital, cuando aquí en Coría había ya otro hornos de ladrillo, y la proximidad a las materias primas. Para el regaliz el abundante orozuz (considerado una mala yerba de lo peor de la Vega) y para el jabón blando el aceite de calidad inferior o las borras de la aceituna prensada en las múltiples almazaras del Aljarafe, junto con las cenizas de leña (de encina o olivo por ejemplo) de donde se obtenía la la lejía de potasa (potasa). En cambio el jabón hecho con las cenizas de barrilla traídas de las Marismas o del piedra de sosa ya hecha daban la lejía de sosa (sosa) que le da otras propiedades al jabón, pero que resulta con peor calidad pues lava menos y es más abrasivo. Lo cierto es que fabricar el jabón blando que es de mas calidad por sus efectos limpiadores, el proceso de elaboración es algo más complejo que hacer el vulgar jabón duro o calidad piedra. Por tanto en la fábrica de jabón de Coria suponemos se podía obtener ambos tipos, pero estaba especializada en el de tipo jabón blando o potásico, mas caro y con preferencia para su uso de tocador y que por tanto se destinaba generalmente a la exportación. Ya hemos hablado de la construcción de un muelle de servicio de madera en esta zona para las referidas fábricas.
El hecho de que las tres fábricas se hallasen en el sitio del Batán permitía el uso conjunto de leña como combustible, de tal manera que fabricar jabón suponía al mismo tiempo el aprovechamiento de la cenizas que se producían en los otras dos fábricas. Por otra parte en el sitio denominado Batán, ya existía tradición de una anterior industria hidráulica en el s. XVIII vinculada al acabado de los paños de lana y al curtido de la piel (ovejas, vacas o cabras) en la que se precisaba para ello hacerlo con jabón. Estas industrias estaban pegadas al río, pues por el río entraban y salían materias primas y elaboradas de las referidas fábricas. Creemos en particular muy pronto se aplicó en estas industrias la máquina de vapor (que existió en la zona sevillana desde 1835 aprox.) y por tanto se impuso la existencia de chimeneas, que conllevaba la descarga de carbón mineral desde los barcos que llegaban a las puertas de estas mismas fábricas. Sin duda la fábrica más importante de las tres citadas por Madoz era la de regaliz (nombrada pues en primer lugar), a la que perteneció la aún existente chimenea que coronan hermosamente las cigüeñas con su nido. Es un misterio la nombrada fábrica para “beneficio de mineral”, puesto que no nos dice de qué mineral se trata. Nos debatimos entre mineral de hierro o de plomo, aunque esto lo dejaremos para otra ocasión.
En Coria el Riopudio aunque seco en verano conserva charcas que proporcionan abrevaderos para los ganados y en las épocas de lluvia sirve para dar impulso á las ruedas de tres molinos harineros. Los tres molinos harineros sobre el Repudio desde la alcantarilla de la Puebla hacia arriba eran de Angorilla, de Suarez y de Anastasio. Sospechamos que estos dos últimos por su designación correponden a Suarez y Anastasio Martín grandes propietarios ganaderos que suponemos que medraron durante la Desamortización Eclesiástica del 1839 de Mendizabal. En particular sabemos que el último molino citado de Anastasio según reza en un azulejo allí encontrado era propiedad del más rico monasterio de monjas enclaustradas de Sevilla, pues el azulejo indicaba: “casa del Monasterio de religiosas de san Clemente el Real de esta ciudad [Sevilla]17—“. Por ello podemos sospechar que los otros dos molinos también provenían de la desamortización. Completaba el panorama de la molienda de granos en coria las seis tahonas existentes, donde se molía con molino de sangre, es decir mediante un burro o un mulo de donde esta harina se servía a los hornos de pan o allí mismo existía uno (diferencia entre tahona y panadería).
Por ultimo hay en Coria hasta 4 hornos de ladrillos de taco de una masa y temple tan sazonado que se aprecian y prefieren a todos los otros en las obras de Sevilla y en todos lo puertos de Cádiz. Los hornos de ladrillos que nos señala podían ser algunos mas y a buen seguro también se cocían tejas. Ello hacía que en Coria en las orillas del Guadalquivir fuesen abundantes las cuevas de barro (en Coria denominadas “hoyos”), producto de las sacas de barro para labores alfareras permanecían inundados gran parte del año. Estos hoyos, cuyo recuerdo más próximo es el denominado “hoyo de la Mora”, hacía que los mosquitos fuesen muy abundantes y se diese por transmisión del microbio a través de esos insectos la enfermedad del paludismo denominada entonces fiebres intermitentes, muy graves y causantes de un debilitamiento de la salud.
Este es pues el panorama en lo social y ambiental que nos ofrece Coria en ese momento otros aspectos que no han sido aquí tratados se volverán a ver posteriormente .Recordamos que junto con la información del Diccionario Madoz, recogemos otros datos de Juan Manuel Nieto en su obras en “Coria del Río. Aproximación a su realidad geohistórica”(1987) y “Un modelo de historia local, el municipio de Coria del Río : durante la crisis del Antiguo Régimen y el afianzamiento del sistema liberal”(1978). Tambien nos basamos en testimonios orales recogidos en la obra no publicada de F.J. Barragán respecto a la vida de J.M. de la Rosa Sousa.

Francisco Jose Barragán de la Rosa dijo

Esta entrega representa el estado de Coria a mediados del s.XIX. Hay algunos aspectos que se tratarán mas adelante, pero considero fundamental para la historia que vamos a relatar (la de los padres y Juna Manuel de La Rosa) tener una idea previa de como se hallaba Coria en aquellos años en que las transformaciones sociales iban a un ritmo lento.
09 Febrero 2011, 08:58
Francisco Jose Barragán de la Rosa dijo

A propósito de la referencia que se hace a la existencia de un convento desaparecido en Coria cabria añadir algunos comentarios .Sabemos que en Coria había un convento pequeño de frailes que pensamos eran franciscanos, con no más de seis miembros . Por tanto este pequeño convento situado en la calle de los Padres, muy posiblemente se vió afectado por el decreto de 25 de octubre de 1820 que aprobaron los liberales después del triunfo de la Revolución de Riego, suprimía todos los monasterios y reducía los conventos a uno por orden y localidad siempre que contasen con un mínimo de doce profesos. Los frailes que quisiesen secularizarse serían apoyados por el Gobierno con subvenciones. El proceso de secularización que se llevó a cabo durante el Trienio Constitucional provocó la salida de muchos frailes de los conventos, que después no se reintegraron a ellos y siguieron viviendo como sacerdotes seculares. A esto se añade el hecho de la desamortización de Mendizabal de (1834-1854) que dificultó la vuelta de los frailes a su situación anterior. Posiblemente este fue el caso de un fraile franciscano exclaustrado que figura en la parroquia en el momento de la fundación de la Hermandad del Rocío en Coria en 1849.
23 Agosto 2012, 17:03
Francisco Jose Barragán de la Rosa dijo

Los cortijos llamados el Sequero, Basteros, Cestero, conservan en la actualidad sus nombres, si bien el de Cestero, auque las edificaciones han podido cambiar de lugar. El que denominan Barrameda,posiblemente sea el de Jaraquemada pues estaba precisamente en una barra de tierra o "veta" en alto con respecto a los terrenos circundantes, en la actualidad tras la construcción del canal del Río Guadaira se ha visto desplazado de su lugar original. D. Alvaro estaba pegado a Basteros,pero en la actulidad está destruido y el cortijo de la Luz sin ninguna seguridad pero por entender que era el cortijo más tradicional entre los mayores del término podría ser el de Borrego.
27 Agosto 2012, 21:36
Francisco Jose Barragán de la Rosa dijo

En relación a los cortijos más tradicionales de Coria estarían Basteros (posiblemente la edificación más antigua) y el Sequero. Cortijo de la Rumba y Olmazos (este hoy desaparecido), el Majano que es más reciente. Jaraquemada, Borrego y Cestero que son bastante antiguos . Las Palmillas hoy conocido como Villamarta, cortijo de Caño Navarro y La Cascajera, ambos cortijos del s. XIX despues de la desamortización de Madoz. Cortijos muy antiguos hoy desaparecidos son La Hermandad del Santisimo Sacramento y cortijo de Tixe.
27 Agosto 2012, 22:06
Francisco Jose Barragán de la Rosa dijo

En relación a las capillas se cita la del Carmen hundida que es la antigua denominada de la Magdalena. Tambien se cita al capilla del Hospital de la Misericordia en la calle Larga (hoy acceso a Avda. 1º Mayo) que de pende de la beneficencia, es decir el Hospital fue desamortizado pasando por incautación a la Hermandad de La Misericordia que lo sostenía al Estado, que lo destinaría a atender las plagas y casos de cólera que se dieron en Coria por esas fechas. Sin embargo en 1847 todavia se destinaba la capilla de dicho Hospital al culto pues era la sede de la Heramndad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Cristo de "la Misericordia" que contaba con la mayor devoción de los fieles, de tal manera que esta cofradía se podía sostener con los recursos de las limosnas de sus devotos. Mientras que la desamortización de Mendizábal dejó sin recursos de rentas a las otras dos Hermandades de La Veracruz y de la Soledad, por lo que entraron en mucha mayor decadencia. Esto se señala en el texto de Madoz en que sus ermitas respectivas de "San Juan, dentro de la población, como la de Ntra. Sra. de la Soledad, ambas en uso á cargo del ayuntamiento". Es decir sus cofradías tenían una situación muy precaria y en cierto modo sus templos estaban en ese momento en poder del ayuntamiento que los sostenía es decir en cierta manera interpreto que estas cofradias estaban por así decirlo en arriendo. Posteriormente y posiblemente en virtud de pleitos interpuestos por el Arzobispado estos templos pasaron de nuevo a las citadas cofradías. Paradojicamente con el tiempo luego que el Hospital fuese destruido , la capilla del Nazareno tendría problemas de mantenimiento a los que su Hermandad no pudo hacer frente lo que le obligó a su traslado a la Ermita de San Juan Bautista en el Cerro Alto, y de aquí que esta Cofradía al carecer de Templo propio entrase en una mayor crisis a diferencia de las otras dos. La capilla del Hospital pasó al Arzobispado de Sevilla, que a finales del s. XIX la cedió para la erección de un nuevo colegio de niñas tras se el edificio restaurado y reconvertido.
27 Agosto 2012, 22:31
FJ Barragán
FJ Barragán dijo

El paso de barcas o barcaje sobre el río Guadalquivir se haya establecido en Coria desde su fundación en 1265 por Alfonso X , pues es una necesidad dado que la mayor parte de las labores y tierras de sus vecino se hallaban en la banda del río opuesta a donde se sitúa el núcleo del pueblo de Coria. Este servicio de barcas estuvo en manos el Ayuntamiento de Coria del Río desde aprox. 1820 pues anteriormente había formado parte de los bienes de propios del Ayuntamiento de la ciudad de Sevilla. Sin embargo tanto antes como después de pasar al Ayuntamiento coriano, este servicio era arrendado al mayor postor debiendo de cumplir con una serie de obligaciones. Así pues referida esta actividad al momento en que aparece en el Diccionario de Madoz (aprox. 1847), dicho servicio “tiene 3 barcas, una en el sitio nombrado los Malecones, para el servicio, especialmente de las labores, y las otras dos, de propiedad particular, á orillas del pueblo”. El sitio de los Malecones se interpreta como la zona del Batán bajo el Cerro del Cura, pues en efecto allí cuando se hizo la Corta de la Merlina se pusieron unos diques (“malecones”) a ambos lados del Rio quedando los de la Banda derecha como muelle por lo que se entiende del texto para “las labores especialmente” es decir carga de ganado ovino y vacuno (recuérdese que allí acababa la Colada del Callejón de la Magdalena), aunque también carros y personas. Este barcaje parece deducirse era de propiedad municipal ya que se indica que hay otros dos barcajes de propiedad particular a las orillas del pueblo es decir en la zona de la actual Venta del Mellizo. El hecho de que hubiese otros barcajes particulares nos habla de la rentabilidad de este servicio en dichos momentos, aunque el Ayuntamiento tiene la obligación como institución de mantener y asegurar el mismo al servicio dada su trascendental importancia para labradores y ganaderos locales.
Podemos deducir que en el mismo s. XIX desaparecen las barcas de particulares para atravesar el río, y se traslada la barca municipal al sitio de la venta del Mellizo. En todo caso el Ayuntamiento mantuvo un número de tres embarcaciones en este empleo hasta los años 1940 en que pasó a manos privadas.
17 Enero 2013, 12:59
F.J. Barragan
F.J. Barragan dijo

Volviendo al tema de los cortijos corianos que recoge el Diccionario Geográfico de Madoz a mediados del s. XIX decir que ellos tenían una gran importancia como lugar de asentamiento de ganaderías bravas por dos razones: la primera como lugar de estadía en invierno cuando las Marismas e Islas estaban inundadas y después por ser unos lugares muy apetecibles para los cerrados de grandes ganaderos por su proximidad a Sevilla donde se toreaban o se embarcaban en trenes para las ferias taurinas de toda España . El cortijo más antiguo es Bastero que en realidad tenía una doble división una parte de la finca el Bastero mas antiguo se conocía como Don Alvaro al pie de la Vereda de Coria a los Palacios. El ganadero Ramón Romero Balmaseda, que es el origen de la ganadería de los Pablo Romero, sobre 1840 levaba el Cortijo de 500 has, una parte en régimen de arrendamiento y otra parte en propiedad de unas 300 has, al final acabaría teniéndolo todo en su conjunto. Por tanto Don Alvaro seria el cortijo viejo y Bastero sería la parte más nueva o viceversa de una finca que fue una en un principio.
El cortijo del Cestero de unas 200 has era una finca junto a las Marismas de Dos Hermanas de propios del Concejo de Coria que arrendaba la ganadería de d. Manuel Suárez Jiménez. El Sequero de 300 has también estuvo dedicada a la cría de ganado bravo. El cortijo de la Luz, sin ninguna seguridad, pero por entender que era un cortijo tradicional entre los mayores del término, podría ser el de Borrego. Este cortijo perteneció sobre esta mitad del s. XIX al Marques de Villamarta de la familia Dávila, que poseyó también el otro cortijo de las Palmillas hoy conocido como de Villamarta, contiguo al de Cestero y en tierras de marismas. No obstante el cortijo de Borrego paso a la familia Ybarra que lo posee en la actualidad. Por ultimo de los citados cortijos el de Jaraquemada de 300 has caracterizado por tener un pozo de agua dulce muy buena y abundante que hacía del caserío un lugar privilegiado para abrevar a todo el ganado de la zona, pudo ser el denominado cortijo de Barrameda en tierra seca entre los caños de Jaraquemada y el Caño de las Cabras, que perteneció a ppios. S. XX a un personaje de apodo Callejón miembro de la familia Pérez de Coria del Río.


16 Julio 2014, 19:00

9 : Pascual Madoz y la Desamortización

PASCUAL MADOZ Y LA DESAMORTIZACION
En las siguientes entradas nos vamos a referir a los datos tomados del Diccionario Geográfico de España de Pascual Madoz que se refieren a Coria y al entorno del mismo (provincia de Sevilla). Como esta singular obra nos ha servido para ilustrarnos sobre una época de la historia de Coria y sus costumbres por eso considero un merecido homenaje el aportar aquí una biografía del citado editor. Pascual Madoz, por cierto también jugó un importante papel como ministro al promulgar una ley de Desamortización que a al larga reduciría la propiedad del Concejo de Coria como el de otros muchos pueblos a una mínima expresión, en el caso coriano a una sola finca rural, la Dehesa de la Atalaya, como persiste en la actualidad. Trataremos posiblemente en algun articulo posterior sobre los efectos de las Desamortizaciones en Coria del Río.


“El Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar” que así se llama de manera integra la obra, está editado en 16 gruesos volúmenes (Madrid, 1845-1850). Este Diccionario Geográfico de España, ocupó un importante papel en el proceso de modernización de las estructuras del Estado en la España del siglo XIX. Para publicar semejante obra gigantesca, se requería de un carácter emprendedor y tenaz como lo fue el de Madoz. Conviene resaltar que para poder culminar una obras tan ambiciosa, Madoz tuvo que asumir el papel tanto de editor literario como de impresor, organizando una imprenta propia. El primer volumen se publicó en Madrid en 1845 y el volumen 16 en 1850.(1)

Pascual Madoz


Abogado, hombre de estado español y editor, que nació en Pamplona en 1806. Se distinguió mucho como jurisconsulto y geógrafo. Su obra principal es el Diccionario geográfico de Madoz cuyo titulo completo es: Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Se trata de una magna obra publicada por Pascual Madoz entre 1846 y 1850, compuesta por 16 volúmenes (Madrid, 1845–1850), analiza todas las poblaciones de España. Supuso en la época una mejora importante respecto al Diccionario geográfico y estadístico de España y Portugal, que había terminado de publicarse en 1829 por Sebastián Miñano.
Durante los primeros años de su juventud Madoz estudió leyes en Madrid y sirvió en el ejército; luego pasó algún tiempo en Francia y de vuelta á España se estableció en Barcelona, en donde dirigió la publicación de un Diccionario geográfico universal de España y sus colonias, de una colección de Causas célebres y de un periódico llamado El Catalán. Luego fue nombrado juez de 1ª instancia de Barcelona, cargo en el cual dio muestras de gran talento y rectitud. En 1836 fue uno de los jefes insurrectos de Barcelona que lucharon contra Espartero, pues pertenecía a la corriente política progresista.
Fue diputado en Cortes; luego llegó a ministro de Hacienda y en 1855 siendo ministro de Hacienda propuso é hizo votar la ley de desamortización civil llamada tambien de Madoz. Esta desamortización fue ejecutada con mayor control que la denominada “eclesiástica” de Mendizábal. Por último fue jefe del partido progresista y gobernador civil de Madrid durante la revolución de 1869.
La Desamortización de Mendizábal (1836) afectó a los terrenos únicamente eclesiásticos, principalmente aquellos que habían caído en desuso. A pesar de que expropiaron gran parte de las propiedades de la Iglesia, ésta no recibió ninguna compensación a cambio (2)
La Desamortización de Madoz (1855) declaraba en venta todas las propiedades del Estado, del clero, de las Órdenes Militares, cofradías, obras pías, santuarios, del ex infante Don Carlos, de la beneficencia y de la instrucción pública. Las excepciones sobre los bienes destinados a la beneficencia afectaron a los hospitalarios de San Juan de Dios y respecto a la enseñanza a las Escuelas Pías. Estas dos excepciones en relación a la atención médica y a la enseñanza estaban justificadas puesto que reducían el gasto del Estado en estos ámbitos. También la Desamortización afectó a los bienes de los propios y los comunes de los pueblos, que en muchos casos como en Coria contribuyó a aumentar el empobrecimiento de los campesinos (3).
La influencia de las referidas desamortizaciones del s. XIX se hacen sentir en toda la sociedad española, si bien según zonas de manera diferente. En la España situada al norte del Tajo y el Segura aumenta el porcentaje de labradores autónomos, especialmente . En la Meseta Norte se percibe el fenómeno con más claridad que en otras zonas de España. Varios cientos de miles de antiguos labradores arrendatarios y pequeños propietarios que a principios de siglo se podrían situar en las clases bajas, gracias al proceso desamortizador, se consolidan y mejoran hasta formar parte de las clases medias y unos pocos de la burguesía de los negocios.
Mientras, como consecuencia de la desamortización, al sur del Tajo-Segura, otros cientos de miles de pequeños labradores y jornaleros van a tener más dificultades de trabajo (pierden los arrendamientos y las tierras comunales) y se convierten en jornaleros. La imposibilidad de que la agricultura pueda absorber a esta nueva mano de obra incrementada por el crecimiento demográfico lleva a emigrar, antes o después.

Volviendo a nuestro personaje, en 1856 Madoz se opuso al golpe de Estado de O'Donnell y actuó como jefe de la Milicia Nacional, pero vencida esta milicia por el gobierno, tuvo que huir de nuevo al extranjero. Tras la revolución de 1868 fue gobernador de Madrid, cargo al que también renunció al poco tiempo e hizo la oposición al gobierno provisional. La elección del nuevo rey supuso un período de interinidad en la jefatura del Estado provocada por los continuos enfrentamientos entre los partidos políticos y por las presiones internacionales. Los progresistas, a los que pertenecía Madoz, consiguieron finalmente que su candidato, Amadeo de Saboya, fuese elegido el 16 de noviembre de 1870.Después de haberse aprobado la candidatura del Amadeo de Saboya (duque de Aosta) para el vacante trono de España, formó parte de la legación enviada a Florencia para ofrecer a ese duque la corona, pero en Génova le sorprendió la muerte, el 13 de diciembre de 1870.





Notas:

1) Esta obra de Madoz Diccionario Geografico es una de las informaciones mas valiosas con que cuenta muchos pueblos sobre su pasado.

2) Juan Alvárez de Mendizábal fue un banquero gaditano, político liberal , ministro y gran impulsor del proceso de desamortización de los bines de la Iglesia. El gobierno acuciado por la guerra civil Carlista a propuesta de Mendizábal programó a partir de 1836 la venta en subasta pública de todos los bienes eclesiásticos (tierras y casas) excepto los propios destinados al culto. Esta Desamortización pretendía ganar para el liberalismo el apoyo de los labradores y campesinos, al tiempo que se inyectaba en las arcas del Estado nuevos recursos para acometer la contienda civil, por otra parte se pretendía ofrecer a la agricultura inversiones y mejoras que la Iglesia no garantizaba, consagrando el libre mercado de las tierras. De hecho el Carlismo, D. Carlos y el general Cabrera serían derrotados en 1840 fecha en la que sale el pretendiente al trono D. Carlos de España  y ya el carlismo jamás se recuperaría, en gran parte por los ingresos que se obtuvieron en la Dasamortización eclesiástica.

3) La nueva desamortización del ministro de Hacienda Pascual Madoz (1855) fue ejecutada con mayor control que la de Mendizábal. Se declaraban en venta todas las propiedades del Estado, del clero, de las Órdenes Militares (Santiago, Alcántara, Calatrava, Montesa y San Juan de Jerusalén), cofradías, obras pías, santuarios, del ex infante Don Carlos, de los propios y los comunes de los pueblos, de la beneficencia y de la instrucción pública, con las excepciones de las Escuelas Pias y los hospitalarios de San Juan de Dios. Igualmente se permitía la desamortización de los censos pertenecientes a las mismas organizaciones, por lo que afectó a lo que aún no se había desamortizado o ejecutado de Hermandades, capellanías y parroquias. Fue la que alcanzó un mayor volumen de ventas y tuvo una importancia superior a las anteriores, sin embargo los historiadores se han ocupado tradicionalmente mucho más de la de Mendizábal. Su importancia reside en su duración, el gran volumen de bienes movilizados. en el caso de las Cofradías si la de Mendizabal las llevó al borde de la desaparición está las remató. Si bien la mayoria de las cofradias en el ambito de los pueblos de la provincia de Sevilla no tenían rentas sobre patrimonio rustico o urbano, pues se suele encontra testimonios que vienen a decir de ellas: "sin otro fondo que el de las limosnas que dan los devotos". Este ingreso junto con las cuotas de los hermanos era la fuente de financiación de ests instituciones. Por tanto la desamortización afectó a las "cofradías ricas" y sobre todo a lo principal de su patrimonio a la Capilla o ermita, lo unico es que luego de la llegada al poder de los liberales Conservadores las capillas revertieron en muchos casos de nuevo a las hermandades esto pasaría con la de la Soledad y el Cerro.

6: Paisajes y Parajes de Coria Dech

22 Ene 2011

PAISAJES Y TERRITORIOS DE CORIA (II). LA MARGEN DERECHA

Escrito por: Francisco Jose Barragán de la Rosa el 22 Ene 2011 - URL Permanente
Ahora vamos a tratar de la parte del término coriano que se encuentra en la margen derecha del río Guadalquivir y de sus características paisajísticas, e precisamente donde se encuentra el núcleo del pueblo.
El paisaje en esta zona que ocupaba menos de un tercio del término, si se incluye el lóbulo del Meandro de la Merlina antes de la corta (Sequero y Dehesilla), estaba dominado por la presencia del Caserío de Coria. El caserío se distribuía entorno a un eje principal que partiendo del embarcadero llevaba a Almensilla (calle de la Plaza, del Paraíso y del Carretero) y luego se bifurcaba a Palomares (a la altura de la calle Apodaca, hoy Angela de la Cruz) pues Coria constituía la puerta de entrada al sector sur del Aljarafe. Existía otro eje perpendicular con menor circulación que conducía hacia Sevilla (calle Larga). Había otros caminos que solían tener en sus orillas algunas chozas y que eran ejes menores paralelos al que va a Almensilla, nos estamos refiriendo a la calle Tinajerías y la calle Carne. Al mismo tiempo el caserío disponía en paralelo a la calle Larga, de la importante calle de la Isla que nos llevaba en su prolongación a una alcantarilla que permitía el paso hasta La Puebla y de ahí a la Isla Mayor.
Este p
lano del caserio de Coria con su callejero no debe diferir mucho del correspondiente al principio del s.XIX que es el que nos interesa. Obsérvese que los espacios correspondientes a la zona contigua al caserío por el SE (tras la C/ de las Huertas ahora Antonio Pérez estaba la Huerta de Enmedio o huertas del arroyo Carrascalejo) y en el ángulo NO (tras la C/ de la Isla y aledaños las Huertas del arroyo Riopudio) estan los espacios del paisaje de Huertas Plano tomado de J.M. Nieto Cortés en el libro "Coria del Rio : aproximación a su realidad geohistórica" (1987).
Dejando al margen el antiguo caserío, el paisaje de la Coria de la margen izquierda se compone desde el río por los Prados, las Huertas y los Cerros.
Los Prados formados por suelos de vega aluvial en la zona lindera con el río donde sus frecuentes desbordamientos no permitían el cultivo, pero sí que proliferasen muchas especies herbáceas espontáneas cuyo aprovechamiento por el ganado de los vecinos estaba motivado por su inmediata cercanía al núcleo (en particular de cerdos, cabras y bestias de carga).También los prados se aprovechaban ocasionalmente por los rebaños en tránsito antes o después de su embarque para cruzar el río en particular los rebaños de ovejas. Los prados llamados también tabladas ocupaban unas zonas de marismas de agua dulce en regresión. Se distinguían de sur a norte, el prado de la Soledad, prado de la Magdalena y prado de Sevilla (este ya lindero con el término de Palomares y donde antes acababa la vuelta del antiguo meandro de la Merlina, es decir hasta el arroyo Caño Real) , además el prado de Uncina junto a la gola del arroyo Riopudio.
Las Huertas se hallaban en terrenos muy feraces, que eran ricos en agua pues formaban parte del subalveo de un arroyo y eran explotados agrícolamente mediante regadío efectuado con norias. En las huertas se producían los tronchos, lechugas, tomates y pimientos entre otras verduras, así como poseían en menor medida algunos árboles frutales. Cuando el terreno era más pobre en agua y dominaban el arbolado de frutales entonces se denominaban huertos. Estas huertas se hallaban en las márgenes de la cuenca bajas del Carrascalejo (por detrás de la Calle de las Huertas y el camino a Palomares huerta de En medio, por estar en medio del pueblo), y aprovechando el manto acuífero del Riopudio (a ambos lados de la calle Tinajería donde la huerta de Rita) y ya cuando el Pudio cogía una vuelta antes de desembocar en el límite con el término de Puebla (huertas del Batán y del Cangilón).

Vista de la noria de una huerta (imagen idealizada) como las que tuvo Coria hasta el siglo XX. Por otra parte las huertas por su elevada carga de trabajo durante la mayor parte del año, hacen conveniente que se hayen en las inmediaciones de la población en relación al cultivo de secano que precisa menos vigilancia y atenciones. Esta situación general por supuesto aparece también en Coria, dónde sus huertas no sólo se hallan en el perimetro de la población, sino también dentro de bolsas de tierras cultivables en el interior de su trama urbana.
Los Cerros este paisaje estaba formado por pequeñas lomas del borde aljarafeño que se elevaban progresivamente hasta subir a la meseta del Aljarafe. En su estado natural estaba ocupado por monte bajo adehesado con encinas y en menor medida acebuches, pero que posteriormente debido a la intervención humana en el momento en que dejó de ser terreno del común en el s. XIX pasaron a convertirse en olivares e higuerales. Distinguimos principalmente dos zonas la Dehesa del Rey distribuida en pequeñas parcelas (llamadas “cerros”) con suelos rojos con costra caliza (donde se daba bien las leguminosas, la higuera, la vid y el algarrobo) y la zona llamada de los Cerros propiamente llamados así en la margen izquierda del Pudio en la que el terreno más amarillos y arenosos donde se implantó el olivar y en menor medida la vid acotando la zona en parcelas de mayor tamaño.
Comentarios



Enrique Lama Marcos la recreación es mía. La hice mediante el programa Surfer 10 descargando el archivo topográfico de: http://ws041.juntadeandalucia.es/medi.../dlidar/index.action

En cuanto a datar cronologicamente la situacion reflejada en azul es mas complicado porque no es solo el ascenso o descenso del nivel del mar el factor que marca el nivel de las aguas aunque es el primordial, tmbien cuenta mucho la erosion fluvial. No...Ver más
Ayer a las 0:05 · Me gusta · 1
Antonio Alfaro Además no se aprecia en este plano la erosión que el rio ha ejercido en las laderas de los cerros de San Juan y Cantalobos...
En la antiguedad estos cerros que eran uno solo se extendian nás al sur.....la corta de la Merlina impidió que desaparecieran

F.b. de la Rosa En cuanto a detalles, la parte alta a la derecha del alto de la c/ Isla es el alto del Altozano. Esta muy bien definida la cuenca del Carrascalejo "alto" y el Carrascalejo"bajo" es la vaguada entre el Poligono y la Bda. Gutierrez Perez es decir la parte alta de lo que aparece como la Laguna.
Se observa en azul a la izquierda del letrero del alto de la C/ Isla una depresión que es el antiguo Bajohondillo, Los Mantillos, es decir la actual C/ Caura.
Al final del Caño del Riopudio estaba la población de Uncina con su puertecillo o fondeadero, que entonces en tiempos romanos tendria un pequeño puente sobre el mismo
Seria interesante añadir tambien la otra parte del rio es decir la de Dos Hermanas y dar el trazado antes de la Corta de la Merlina.

Enrique Lama Marcos Hola F.b. de la Rosa, buenas noches. Hoy he bajado los datos topográficos de la otra parte del río. Al final, haré un mapa mayor con lineas de cotas de 1 metro. También pondré de color azul-celeste hasta una altura de 5 metros pero después haré otros con alturas menores. Haber que sale, . Un saludo.


F.b. de la Rosa Me encantaria seguirte en este trabajo, pues colaboro como monitor con el ayuntamiento de la Ruta Geohistorica que se celebra anualmente y me gustaria contar con tu email. el mio es fcojose56arrobagmailpuntocom escribeme

7 : Parajes Y Paisajes De Coria

Parajes y paisajes de Coria. APROVEHAMIENTO AGROPECUARIO DE LAS TIERRAS DEL TERMINO DE CORIA A MEDIADOS DEL s. XIX.

En este articulo vamos a representar unos mapas y un esquema aclaratorio de los paisajes del término de Coria del Rio que hemos venido comentando. Tambien vamos a comentar los parajes del termino coriano refiriendonos al aprovechamiento agropecuario de los mismos. Nos basamos en el magnífico trabajo del investigador Juan Manuel Nieto Cortés que se recoge en el libro en “Coria del Río. Aproximación a su realidad geohistórica” (1986)

Figura del Transecto imaginario del paisaje natural desde Coria a la Atalaya con sus unidades características entre s. XVIII y XIX



APROVEHAMIENTO AGROPECUARIO DE LAS TIERRAS DEL TERMINO DE CORIA A MEDIADOS DEL s. XIX.
La ocupación de la tierra del término Coriano poco extenso para lo que era su población 10.000 fgs.(6000 has.) a mediados del s. XIX de cara a su aprovechamiento económico se entrelaza con la estructura social de esta villa. La calidad de las tierras del término de cara al agricultura se puede decir que es en general mediocre y mala, pues el 80% de las mismas pertenecen a categoría de 2ª o·3ª y tan sólo 10-20% de primera
Por una parte nos encontramos con aprox. el 50% del término cultivado en su inmensa mayoría de cereal y tan sólo un 5% aprox. cultivado de olivo, la presencia de la viña tan solo testimonial (0,4 %) se completa con las huertas en el entorno mas inmediato de la población y en la ribera de la margen izquierda del Guadalquivir ( con unas 32 fgs. representan el 0,6% de la superficie cultivada). El mayor propietario de tierras de labor era el propio Ayuntamiento, si bien había una serie de hacendados forasteros que tenían más del 20% de las tierras pero precisamente todas ellas de primera calidad en la vega. El aprovechamiento del otro 40- 50% del término era por tanto ganadero que daban uso a los suelos más pobres del término. En toda esta extensa zona de aprovechamiento ganadero nos encontramos con pastizales principalmente prados, monte bajo, albinas, dehesas de acebuches y dehesa de encinas. Se comprende así la importancia del sector ganadero local con grandes propietarios de cabañas de vacas forasteros y locales que se aprovechaban no solo de los pastos de su propiedad, sino también de los comunales, como ya fuera del término de los pastos de las Marismas Gallegas y de las islas Mayor y Menor (recuérdese la condición de villa comunera de Coria desde 1269 según estableció el rey Alfonso X el Sabio para las villas encargadas de la defensa de Sevilla en posibles ataques por el río. En un principio las villas comuneras de pastos fueron junto a Sevilla, Coria, la Guardia (Puebla del Río) , la Rinconada y Alcalá del Río más tarde se añadieron Salteras y Santiponce). Por tanto la villa de Coria del Río estaba beneficiada en la utilización de esas islas que eran propiedad del Ayuntamiento de Sevilla, aunque en el primer tercio del s. XIX pasaron a depender de otros usufructuarios de los cuales con diferencia el más importante fue el marqués de Casarriera. Así  el ganado de Coria estaba sometido a una trashumancia intercomarcal muy dependiente cada año de las condiciones de los pastos y de las lluvias, pues el ganado pasaba a partir de la primavera a pastar en las marismas y luego volver al término coriano para aprovechar las dehesas del comun de la villa y la rastrojera. El tiempo de su permanencia en la rastrojera servía como abonado de la tierra. Por ello se establecía un papel complementario entre agricultura cerealista y ganadería.
En las desamortización eclesiástica de Mendizábal (1836) la iglesia que tan sólo contaba con algo más del 10% del termino coriano va a perderlo a favor generalmente de sus arrendatarios (entre estas tierras la principal la extensa dehesa de al Hermandad del Santísimo Sacramento)
En 1850 antes de la Desamortización Civil de Madoz, sólo dos individuos tenían más de 50 fgs de tierra por lo que no existía, un grupo de grandes terratenientes en Coria , por el contrario el ayuntamiento era el mayor propietario de tierras poseyendo 2075 fgs. de tierra de labor que en su mayoría se explotaba en forma del común (es decir por arrendamiento a precio módico a los vecinos) y 2920 fgs. de pastos explotadas como propios es decir mediante arrendamiento y pago en sus dehesas (NOTA. bienes de propios son aquellos propiedad del municipio, hazas, prados, dehesas, montes etc., que proporcionan una renta al mismo por estar arrendados. En algunos casos se hacía un repartimiento de las tierras entre vecinos en regimen de arrendamiento, en otros casos las parcelas se someten a subasta. Cuando los bienes propiedad del municipio no se arriendan, sino que se aprovechan directamente por los vecinos se denominan «los comunes, si bien por algú servicio anejo al mismo suponía algunso ingrsos módicos par el ayuntamiento). Dentro de esta extensión se encontraban 800 fgs de acebuchales que permitían la entrada de ganado menor que aprovechaba la acebuchina (cerdos, cabras y ovejas) para beneficio de los vecinos más pobres y de las vacas y bueyes que aprovechaban el ramón de las podas principalmente de pelentrines. El ganado vacuno de los pelentrines al mismo tiempo le servía de fuerza de tracción para el arado, noria y las carretas. Los pastos citados estaban en la dehesa de la Atalaya o de Loya, y en la Cascajera (1950 fgs.). De los ingresos que suministraban las tierras del Ayuntamiento se nutría su presupuesto.

Figura tomado de un mapa de J. M Nieto Cortés en “Coria del Río. Aproximación a su realidad geohistórica” . Se observa la plataforma de los Montes dedicada a pastos y acebuchal con sus tres fincas La Hermandad,la dehesa de la Atalaya y la dehesa Cascajera. En la “herradura” del antiguo meandro de la Merlina la Dehesilla, en el centro de la Vega, la dehesa de Enmedio y en la parte que pega a la poblacion de Coria otra dehesa junto al nacimiento del arroyo Carrascalejo y en el angulo superior norte la Dehesa del Rey.Precisamente los circulitos señalan arbolado de dehesa.
Vamos a justificar a continuación la vocación ganadera original y natural del término coriano en la margen izquierda del Guadalquivir. Un aspecto destacado del paleopaisaje de "Aquel Lao" es la presencia al pie de las terrazar fluviales en el contacto de la vega con ella de lagunas y charcas, se debe a la descarga de aguas desde las terrazas aluviales permeables  sobre un sutrato margoso impermeable . Por una parte esta franja de albinas era muy idoneo para concentrar ganadería en régimen semi extensivo, que incluso podía pastar en ciertos momentos por la vega que en muchos momentos permanecía inundada cuando el Guadalquivir se desbordaba. Ambas circunstancias hacian que hasta finales de la Edad Media en que el río podía haberse refrenado algo en sus acometidas otoñales y primaverales la implantación de cultivos de secano en la "otra banda" del término coriano fuese complicada y mcho menos productiva que la cria de vacas y bueyes, que se ajustaba mejor a la situación edafoclimática. Esto pudo cambiar cuando por una parte la presión de la necesidad de alimentar a una mayor masa demográfica, se vio acompañada favorablemente de una cierta "domesticación" del río, por lo que el uso ganadero mermó en favor del agrícola más ariesgado, pero de cualquier forma la presión de la necesidad hizo que practicamente todo hubiese que jugarselo a esa carta .
Incidiendo sobre al importancia ganadera de nuestro término hay que destacar sobre 1850 la presencia de 7 grandes propietarios que poseen especialmente cerca de 3400 cabezas de ganado mayor especialmente vacas, mientras que el resto de los propietarios de ganado son de mucha menor cuantía y tienen solo el 20% de las cabezas de todo tipo de ganado. Recordemos que frente a dos individuos con más de 50 fgs. de tierras agrícolas había otros cinco mas que podemos considerar grandes ganaderos (más de 100 cabezas), lo que supone cierta basculación en nuestro pueblo hacia la importancia de la riqueza ganadera frente a la labradora ( esto no es óbice que estos hombre ricos corianos pudieran tener otras posesiones fuera del término de nuestro pueblo). Estas personas que también tenían como patrimonio auxiliar barcos, hornos, solares etc. eran las que tenían el resorte del poder en Coria y se aprovecharon mayormente después de la desamortización en el 1865 de este proceso para incrementar su pecunio. El máximo propietario ganadero entre 1854-1860 se avecinó en Sevilla aunque suponemos que siguió vinculado su ganado a Coria. Salvo unas pocas de fanegas de pastos en manos de forasteros, el mantenimiento de esa importante cabaña de vacas fue posible por la abundancia de tierras del Ayuntamiento (en su 90% explotadas en régimen de bienes propios) dedicadas a pastos y la situación favorable de los cercanos pastos marismeños, llegando a arrendarse también pastos en otro pueblos vecinos, si bien su importancia de la ganadería disminuyó a medidas que gracias sobre todo a la desecación de albinas y marismas del término esas tierras se iban convirtiendo en terreno de labor. Por tanto la ganadería a pesar de estar concentrada en pocas manos era un importante soporte económico de Coria porque daba mucho trabajo a diversos operarios. El sistema de explotación consistía en agrupar durante una gran parte del año a las cabezas de ganado en una boyada a cargo de un guarda mayor que subastaba ese cargo al Ayuntamiento y diversos ayudantes, para controlar así el ganado de los vecinos y en particular de sus grandes beneficiarios los grandes ganaderos.
Figura tomado de un mapa de J. M Nieto Cortés en “Coria del Río. Aproximación a su realidad geohistórica” adaptado para señalar la Terraza Fluvial ocupada por dehesas (en particular la Dehesa de Loya o de la Atalaya) para marcar la “herradura” del antiguo meandro de la Merlina antes de ser cortado en 1795.


En esta época las suertes de labor que entraban en reparto para la explotación por los vecinos correspondía a parcelas de 1,5 fg., mientras se considera que por término medio Para asegurar la viabilidad económica de una familia según los índices de producción usado eran preciso al menos el doble de superficie, por lo que la familia tenía que buscar otro ingresos alternativos en forma de jornales, ganado menor, espigado, chuchería, pitas, juncos y castañuelas que en caso de propiedad municipal también era subastado por el ayuntamiento. Este sistema de reparto democrático de corte político liberal que se instauró en Coria en 1820, donde se les aportó también un burro a cada uno para poder empezar a labrar, consistía en un sorteo de las parcelas que llegaba a beneficiar entre el 70-80% de los vecinos. Pero el aumento de población no dejo de suponer sino una mayor presión sobre la tierra y la desamortización civil de Madoz (1855 aunque se aplicaría años más tarde a partir de 1865-69) vino a romper el equilibrio del sistema local de subsistencia, aunque pasaron por venta a manos privadas muchos campesinos se vieron obligado así a ingresar en las filas de los jornaleros. Los pleitos que se sostuvieron con le gobierno se asentaba en que en el término coriano no existían terrenos de propios, y que por tanto no se podían vender porque pertenecían los vecinos en propiedad. Se trataba de un triquiñuela, pues así se consideró que tras el último reparto, habían pasado a propiedad de los correspondientes agraciados ( en realidad usufructuarios), para que antes de tener que vender esas tierras y dar su producto al estado el Concejo Municipal de Coria prefería que permaneciese en manos de sus vecinos. Finalmente a principios de los años 1870 por dictamen judicial se venden las tierras generalmente a los propios usufructuarios y el Municipio se queda con la Dehesa de la Atalaya y la de la Cascajera, pero de esta última tiene también tiene que desprenderse en 1873 en que según parece pasa a manos de la familia Ibarra
Comentarios


Las desarmotizaciones del segundo tercio del siglo XIX afectaron a la economía de Coria como lo hicieron a la de España en general.
Una consecuencia de la desamortización en la economía fue obtener muchos ingresos para disminuir la deuda pública, bien aceptando los títulos como forma de pago, bien dedicando parte del dinero en metálico para comprar títulos del mercado y hacerlos desaparecer. Además, parte del dinero metálico obtenido con la desamortización y los nuevos créditos que se negociaron, se dedicaron a sufragar los gastos extraordinarios, especialmente de la primera guerra carlista. Por su parte, los ayuntamientos se quedaron con parte de los ingresos -no todos fueron a parar a la Administración central- para acometer obras públicas esenciales para muchas ciudades y pueblos. La Hacienda nacional aumentó paulatinamente los ingresos fiscales ordinarios a través de la carga impositiva de los bienes desamortizados, por los que anteriormente sus propietarios tributaban en poca o en ninguna medida.
En la zona meridional de España, la desamortización mantendrá o incluso acentuará la concentración de la propiedad, dando lugar en ocasiones a un nuevo latifundismo; paralelamente, en algunas regiones se puede hablar de proletarización del campesinado (entendido como jornaleros, braceros o criados permanentes). Esto, cuando no hay un desarrollo industrial simultáneo, como es el caso de la España del sur, produce un estancamiento, pues los campesinos proletarizados permanecen en el campo como mano de obra barata.
En la zona septentrional de España tierras de predominio de explotaciones medias y pequeñas, la desamortización potencia este tipo de estructura. Muchas de las explotaciones de labradores que hasta entonces se basaban fundamentalmente en el arriendo, van a pasar a ser explotaciones basadas en la propiedad de las tierras
28 Agosto 2012, 00:16
Francisco Jose Barragán de la Rosa dijo

Desamortizaciones eclesiásticas

La ley de 27 de septiembre de 1820 suprimía toda clase de vinculaciones de la nobleza y establecía que el retorno de los bienes a la condición de libres se realizaría por mitad a lo largo de dos generaciones. También las Cortes suprimieron las órdenes monacales y enajenaron parte del patrimonio de la Iglesia, suprimiendo el derecho que ésta había mantenido durante siglos de imponer cargas tributarias sobre todos los ciudadanos del país. Los bienes de los conventos suprimidos pasaban al Estado, quien los vendería en pública subasta. Estas medidas desamortizadoras dieron lugar a la venta de un número considerable de fincas de las órdenes suprimidas, que pasaron a manos privadas.
A ello se añaden las Desamortizaciones eclesiásticas de Mendizábal y Espartero entre 1834 y 1854 fue sobre todo una desamortización eclesiástica que comienza con las leyes y decretos de disolución de órdenes religiosas (a partir de 1834) y la declaración como bienes nacionales de sus posesiones, que es seguida por la orden de enajenación de éstas (1836-1837) mediante públicas subastas. La misma suerte correrán los bienes del clero secular, que, sin embargo, no se hizo efectiva hasta la ley de septiembre de 1841, ya bajo Espartero. Igualmente se suman a la desamortización las propiedades de las órdenes militares.
Durante la Década Moderada (1844-1854) estas leyes fueron suprimidas o atenuadas, especialmente con el Concordato de 1851, año a partir del cual sólo se siguen subastando bienes de órdenes militares y algunos otros marginales hasta que, después de la Revolución de 1854, se prohíben por completo las ventas de cualquier bien nacional en espera del estudio de una nueva legislación que, por entonces, inició Madoz y que será efectiva a partir de 1855, abriendo una nueva y larga etapa desamortizadora.
En cuanto a la desamortización civil, en 1834 se autoriza a los ayuntamientos a la venta de sus bienes raíces (bienes de propios), condicionando el uso de los ingresos percibidos por este concepto. Además, en 1837, se ratifican todas las desamortizaciones de bienes civiles -incluidos los repartimientos con un canon anual- que se han efectuado desde 1770, asegurando en su propiedad a los nuevos poseedores. La etapa 1834-1854 es la más importante en cuanto a ventas de bienes eclesiásticos
28 Agosto 2012, 00:17
Francisco Jose Barragán de la Rosa dijo

Desamortización civil

La Ley Desamortizadora de Pascual Madoz de 1855, afectó a los bienes municipales, del clero, instrucción pública, beneficencia y de la Corona. En su primera fase (1855-1856), la más activa e importante, prácticamente terminó de desamortizar los bienes de origen eclesiástico. Desde septiembre de 1856 se produjo un parón en la subasta de los bienes del clero hasta que se llegó a un acuerdo con la Iglesia (1857). En todo caso, la desamortización, que continuaba a la de Mendizábal y Espartero, se podía dar por concluida, aunque se siguieron vendiendo algunas fincas desde 1861, si bien con un acuerdo previo.
Respecto a los montes municipales (los denominados del comun), los de las entidades de beneficencia y enseñanza más otros que se añadieron, se suspendieron la ventas en octubre de 1856 y se continuaron desde octubre de 1858. La extensión de las tierras que cambiaron de propietario se cifra en millones de hectáreas. De hecho, esta desamortización, por el tipo de tierras puestas en venta y la forma de hacer las subastas, fue la que permitió distribuir más las propiedades, que fueron adquiridas en mayor proporción que en las etapas anteriores por medianos y pequeños labradores, aunque los hacendados rurales y urbanos siguieron siendo los principales compradores considerados individualmente.
28 Agosto 2012, 00:18
Fernando
Fernando dijo

En este articulo se dice que el termino de Coria del Rio de la Banda izquierda del Guadalquivir era poco aprovechable para la agricultura por la escasa calidad del terreno cuando no sufría en exceso de encharcamiento. Por tanto la Vega era más escasa que hoy en día,ocupaba un 10%, sin embargo por encima de Sevilla la Vega era más fértil porque en las inundaciones desagüaba antes y estas le venían muy bien. Estas tierras bajas como sucedía en el Nilo se inundaban, de manera útil si llovía en el momento conveniente, y fertilizaban con los limos. La Vega en nuestras latitudes produce granos de cereales, durante dos años permaneciendo al tercero en barbecho. Además se cultivaban legumbres, cáñamo, lino, naranjas y limones. El barbeho y en momentos en que las "malas" inundaciones malograban las cosechas, podían servír para la "saca" de orozuz que crecía salvaje y del que se obtiene el regaliz, y que era un remedio de subsistencia.
04 Septiembre 2012, 09:17
F.J. Barragan
F.J. Barragan dijo

La organización económica de las poblaciones de las poblaciones prerromanas
del Bajo Guadalquivir parece ser de una sociedad con economía mixta con mayor o menor especialización hacia determinados sectores de la producción según las zonas.
Los poblados de Los Alcores y el Aljarafe (Sevilla) podrían ilustrar perfectamente sobre los modelos de asentamiento de comunidades que explotan un territorio
que permite una próspera agricultura en terrenos de vega, siempre que el terreno no estuviese ocupado por marismas de agua dulce y el mantenimiento de ganados en las terrazas del Guadalquivir, además de erigirse en puntos estratégicos dentro de un sistema de vías comerciales cuyo eje era el propio río y la paleoensenada del Lago Bético o anteriormente conocida como Golfo Tartésico en momentos en que el mar todavía penetraba hasta Coria del Río.
En los caños y marismas que rodeaban ese Lago y el área inmediata a la actual Sevilla el patrón de explotación de recursos se basaba fundamentalmente en la pesca y la caza. La pesca ha representado siempre un complemento importante en la economía de autoabastecímiento de la zona. Además en la zona, allí donde las praderas de inundación del río Guadalquivir lo permitía otro recurso ha sido la ganadería de rebaños de cerdos que también se adapta al pasturaje de zonas húmedas de agua dulce, tal vez complementado con el aprovechamiento de bellotas y acebuchina correspondientes a manchones de encinas y acebuches que ocupaban terrenos de borde de vega inmediatos a la zona natural antes señalada en que se pacían a los cerdos. Spal y Caura por ejemplo se abastecieron durante los siglos VII-VI a.C. más de carne de caza que de animales domésticos, por tanto la caza fue una actividad económica subsidiaria muy importante así como para otros poblados inmediatos al Lago Bético para aportar la proteína animal que se precisaba.
En muchas de los poblados de la paleocuenca del Bajo Guadalquivir, las actividades agropecuarias desempeñaban un papel importante, y de hecho su ubicación parece estar condicionada por la explotación en gran escala de las tierras que los rodean. El modelo de asentamiento en la campiña de Sevilla parece indicar la explotación del campo no sólo en función del propio abastecimiento, sino que debió permitir la acumulación y comercialización de excedentes. Por otra parte en zonas más hacia abajo con marismas salinas se adaptaba mejor el ganado vacuno y caballar como se refleja en los
mítos y relatos que recogen las fuentes literarias antiguas
La fertilidad de las tierras del Bajo Guadalquivir tanto en la Vega como en la Campiña propició la existencia de grandes explotaciones cuyo rendimiento se incrementó con la utilización de herramientas apropiadas, tanto para el laboreo de la tierra como para la
trilla. El latifundio parece haber sido el modelo de explotación agropecuaria más frecuente en dichos habitats.
Conforme más hacia el interior de la cuenca del Guadalquivir nos desplazamos la vega se configura desde época prerromana como una zona dedicada de forma intensiva al cultivo de cereales, con unos rendimientos altos que permitían explotar los excedentes. Los campesinos conservaban eficazmente el grano, aislándolo de la humedad: se almacenaba en silos que se agrupaban en extensos campos, siempre fuera de los poblados. La comercialización de estos productos através de la navegación fluvial y una gran red viaria con que el territorio estaba dotado.

Entre las comunidades del interior del Guadalquivir la ganadería ovina y caprina sometida a transmitancia o trashumancia fue otro puntal de la economía tartésica y turdetana. Destacando por ejemplo poblaciones ganaderas como Setefilla, que seguramente conjugaban la actividad productiva de los rebaños con la vigilancia y control de las rutas de paso de ganado trashumante.

8 : El Riopudio

El Riopudio, un elemento relevante de nuestro paisaje
Vamos a considerar en este artículo un elemento de comunicación y del paisaje no solo importante para Coria sino para toda la comarca del Aljarafe en cuyo vértice oriental se halla Coria. Se trata del importante arroyo Rio Pudio del que nos dice en 1849 Madoz:

“RIO-PUDIO ó REPUDIO: arroyo que nace en el térm. de Heliche, hoy jurisd. de Olivares, prov. de Sevilla, part, jud. de Sanlucar la Mayor; baña los terr. de Olivares, Salteras, Espartinas, Bormujos, Almencilla y Palomares, y se dirige por entre la Puebla y Coria á buscar su desagüe en el Guadalquivir.
Su caudal de agua, insignificante, y á veces nulo en el verano, se aumenta estraordinariamenie en tiempo de grandes lluvias, haciéndose temible su paso. Tiene en el térm de Espartinas un puente de piedra de 4 arcos, por el que pasa el camino de Sevilla [ al Condado y Huelva], y 2 alcantarillas en otros puntos.” (Diccionario de Madoz tomoXIII ).

5 : Paisajes y Territorios De Coria

13 Ene 2011

PAISAJES Y TERRITORIOS DE CORIA (I). LA MARGEN IZQUIERDA

Escrito por: Francisco Jose Barragán de la Rosa el 13 Ene 2011 - URL Permanente
Desde la Reconquista cuando Alfonso X El Sabio hace el reparto del Reino de Sevilla (1265) y a partir de entonces Coria es repoblada por cristianos llegados desde el norte (de forma incierta no sabemos cuantos fueron realmente pero hemos de pensar que el mayor numero correspondió a catalanes y leoneses) el paisaje no ha cambiado del que conocieron nuestro bisabuelos, a no ser de la colonización agrícola que llevó a la roturación de muchas tierras ocupadas por pastizales, montes y dehesas siempre que la feracidad del suelo lo permitía. También se emprendería la desecación de humedales y lagunillas. Estas transformaciones como digo ocurrieron paulatinamente, aunque el cambio mayor se produjo en el s. XIX. También al anchura del río Guadalquivir a su paso por nuestra localidad era mayor, si bien su profundidad también era menor ( dar dato*) .
Los paisajes del término coriano que hay en la margen derecha se componen de la Ribera, la Vega, las Albinas y el Monte . En primer lugar está la Ribera constituida por las propias márgenes del río; a continuación la Vega, que son unos terrenos llanos y fértiles, formados por limos y barros que el río ha depositado en sus desbordamientos; a continuación aparecen las Albinas, una serie de depresiones que permanecen con agua la mayor parte del año formadas en las riadas como brazos extras del río, para finalmente acabarse el terreno llanos con una pendiente que alcanza una plataforma, terrenos conocidos antiguamente como el Monte, que es una terraza fluvial antigua formada por conglomerados, gravas, arenas y a veces albero. Tanto en las Albinas como el Monte son terrenos poco productivos por ello se les ha dado tradicionalmente uso como pastizales y dehesas.
La Ribera sobre la orilla del mismo Guadalquivir, es un territorio anfibio y marcado por los ciclos de presencia/ausencia de agua o de salinidad/no salinidad de la misma, está integrada por bosque caducifolio de galería (sotos) con álamos negros y blancos y mimbreras con una orla exterior que correspondería a un zarzal espinoso, junto con prados que en verano permanecían esponjados y aún con abundante yerba verde por la ascensión capilar del agua subálvea del río. Esta ribera podía estar atravesada en ciertos puntos por algunos pequeños caños del río que penetraba ligeramente fuera de sus propias orillas rodeados de cañas y espadañas. En tiempos anteriores cuando el paisaje de marisma estaba más aguas arribas y propiamente a la altura de Coria, se daban entonces las “tablas de aguas” de las marismas dulces con juncos, eneas, castañuela, carrizos y bayuncos.
La Vega es la gran llanura de inundación el Guadalquivir, sus tierras formadas por arenas, lodos y barros que provienen del arrastre del río en los momentos de avenidas, predominan las arcillas con alta carga de materia orgánica que le da su color gris oscuro característico. Estos suelos de la Vega de nula pedregosidad son los más ricos del término debido a su altísimo aprovechamiento agrícola y han sido tradicionalmente cultivados con cereales y leguminosas, si bien cada tres años debían permanecer en barbecho.
Las Albinas eran una serie de más o menos continua de lagunas o lagunillas que existían al pie de la terraza, conocidas también como marjales o caños cuando tenían una disposición alargada y paralela al cauce principal del río. Las Albinas ocupaban unas suaves depresiones que nunca acababan de secarse en verano porque en ellas había unas fuentes naturales por las que afloran aguas dulces desde las terraza o bien por ser reliquias de un antiguo brazo abandonado del río Guadalquivir, que iría desde Torre de los Herberos hasta morir en el actual “brazo del Este” (más o menos ocupando una franja próxima a por donde hoy discurre el cauce artificial tras el desvío del río Guadaira). La vegetación que orlaba las lagunas era semejante a la de la ribera y en ella predominaban juncos, el carrizo, la enea y cañas, junto con arbustos como el taraje y algunos olmos algo alejados del agua. Esta vegetación tenía controlado su crecimiento por la mano del hombre y el paso continuo del ganado para abrevarse en ellas . Estos humedales existieron hasta los años 1950-70 según se aprecia en la hoja 1002 del IGC de 1972 basada en datos de 1964 (escala 1:50.000). Los nombres de algunas de esos humedales, hoy inexistentes debido a su desecación por nivelación del terreno y drenaje a través de gavias, son: Laguna del Cucadero que sería la mayor (registrado en un antiguo plano de vías pecuarias del término de 1873 como una parte residual de la llamada anteriormente Albina del Ciego), laguna de Aguas Blancas, Marjal de Suárez (gran propietario ganadero del s. XIX) y Marjal del Ancón.

Recreación de una albina que nos da cuenta del aprovecahmiento ganadero de estos terrenos
El Monte situada sobre una plataforma elevada que domina la Vega de Coria (entre 20 y 25 m sobre el llano), al parecer todo este terreno se conoció en un tiempo como Cascajera (de donde tomó nombre solo la actual finca coriana) en razón a los abundantes cascajos presentes en el área .Por otra parte es lógico que esta zona formadas mayoritariamente de gravas y arenas con una productividad nula para la agricultura, acabasen destinadas al aprovechamiento forestal y ganadero. En particular se concentraba allí todo el ganado en los momentos en que toda la Vega y las Albinas se hallaban arriadas. En el Monte crecía la maleza, el monte bajo formado por cantueso, tomillo, coscojos y lentiscos, junto a árboles como la encina, el alcornoque y el acebuche que era predominante. De toda esta zona se segregaron de lo bienes del Común una dehesa para la Hermandad del Santísimo Sacramento (la Hermandad) posiblemente antes del s.XVII, la propia dehesa de la Atalaya que permaneció como tal y por último en el s. XIX el Cortijo de la Cascajera que pasó a propiedad de la familia Ibarra dueños de una importante naviera. Tras estos terrenos ya pasado el limite de nuestro término se encontraba otra franja equivalente perteneciente a Dos Hermanas (o al municipio desaparecido de la Serrezuela) que en lugar de Cascajera pasaba a denominarse dehesa de la Corchuela, en razón de que allí predominaba el alcornoque.

Recreación del acebuchar y monte bajo, lo que nos da cuenta de su aprovechamiento ganadero, pues no solo las hierbas son consumidas por el ganado, sino la acebuchina y el ramon del acebuche
Después de la Reconquista, la deforestación en toda la Baja Andalucía progresaría rápidamente, y únicamente se respetaron los terrenos marginales como los citados del Monte y las Albinas, que definitivamente quedaron como dehesas y abrevaderos para el ganado de todo tipo de cabañas, siendo de especial importancia la bovina para producción de carne, leche y fuerza de trabajo para las yuntas de vacas y bueyes, también la caballar y en menor medida la porcina. Por eso la configuración del territorio en “aquel lado” entre el s. XVIII-XIX era clara: la Vega agrícola y el Monte forestal (leña y carboneo) y ganadero. El Monte pedregoso y en alto, permanecía adehesado en manos del Concejo de Coria como principal propietario, es decir formando parte de los bienes del común, mientras que poco a poco iban pasando a bienes de propios, aquellas tierras que tenían una mínima feracidad para el cereal. Las vecinas Albinas eran también apropiadas para el disfrute del ganado, sirviéndoles las orillas en torno a las lagunillas de pastos frescos y abrevadero durante el otoño e invierno. En el Monte, se resguardaba el ganado en época de grandes temporales de lluvia en otoño y primavera, cuando la Vega y por supuesto las Albinas estaban anegadas durante semanas. Al final de la primavera el Monte y las Albinas se convertían en un secarral que no podía alimentar al ganado
El problema se resolvía mediante una trashumancia de corto alcance dentro del mismo término coriano, se llevaban los animales (“la boyá”) a pastar durante todo el verano a la Vega aprovechando el pasturaje de las rastrojeras de las tierras de cultivo de la Vega que quedaban tras la cosecha de Junio largo, conducidos por el vaquero del Concejo (el yegüerizo en el caso de caballos y mulos) acompañado de sus correspondientes zagales. El ganado se abrevaba en el río a donde descendían por las “bajaeras” una o dos veces al día y disfrutaba también de la fresca sombra de los álamos negros y blancos, olmos y mimbreras que crecían en las orillas. Allí permanecían durante el verano, aprovechando también en ciertos momentos. Por la tarde acudían al cerrado donde iban a pasar la noche junto a la choza del vaquero que tenía allí también a su familia (el último cerrado empleado fue el de Manolo Japón , el de José de Diego). Al llegar las primeras lluvias otoñales el ganado emprendía el camino inverso (“de la vega al monte”), pues en la dehesa reverdecían los pastos y se llenaban las albinas. Este ciclo pendular del ganado se conservó en Coria hasta los años 1960.
Comentarios
Abelardo dijo

Segun tengo entendido elterreno que ocupa la Hermandad en el otro lado del rio pertenecio a al Iglesia ¿es esto verdad?
23 Enero 2011, 21:33
Francisco Jose Barragán de la Rosa dijo

En efecto Abelardo, la finca de La Hermandad recibió este nombre porque perteneció a la Cofradia o Hermandad del Santísimo sacramento, es decir la hermandad sacramental ubicada en la parroquia de Santa María de La Estrella. De hecho esta hermandad se funda en el s.XVI y es muy rica pues tiene, posiblemente por un acuerdo del concejo municipal, cedidos los terrenos indicados para dehesa y en ellos pastarían los ganados (principalment vacunos) de esa hermandad.Además prueba de ello es que tenía una gran cripta de enterramiento en el templo parroquial (aproximadamente debajo de donde hoy se encuentra el sagrario) a esta cripta se accedía mediante escalera descendente por dentro del cementerio parroquial (que se encontraba por fuera asosado al costado este dela iglesia) y a este enterramiento privilegiado tenían derecho los hermanos de dicha Cofradia del Santisimo Sacramento. Es de suponer que eran hermanos bastante ricos , que irian acrecentado el patrimonio de esa cofradía (custodia, enseres liturgicos, propiedades etc.). Por otra parte tengo una fundada sopecha que la Hermandad organizaba los festejos más grandes de la localidad cuando aún no se habái inaugurado al feria ganadera de Coria ( en ello se gastaría un buen dinero (luminarias, polvora, bandas de danzantes, representacion de autos sacramentales, procesión etc.). Sin duda el Corpus Christi fue la fiesta mas relevante anteriormente, como lo siguió siendo en La Puebla junto a Coria, que siempre siguó costumbres paralelas. En todo caso en la Puebla ha continuado y en Coria estas fiestas se extinguieron. Sin duda tuvo un gran peso en ello la desamortización eclesiástica de Mendizabal (1836) ya que como consecuencia de ello la Hermandad se quedaría sin su principal fuente de ingresos.
Esta finca por su tamaño fue inasequibles para su compra por pequeños propietarios corianos, pero muy posiblemente su adquisición en cambio correpondió a algú adinerado forastero (sin que pueda en este momentoprecisar el comprador).

Así decayó el Corpus como fiesta civico-religios en Coria y surgió la Feria de ganado como fiesta civil.