viernes, 20 de noviembre de 2015

34. La Aceña de Doña Urraca y Tablada en la visita de Felipe II a la Ciudad de Sevilla de 1570. Geografía antigua de la franja inmediata entre los términos municipales de Dos Hermanas y Sevilla.




F.J. Barragán de la Rosa

Trabajo publicado en “Dos Hermanas Feria y Fiestas”pag 26-31 Ayto. Dos Hermanas (2015)
Introducción

En este artículo vamos a hacer una glosa de la única visita en su vida que Felipe II junto a su corte hizo a Sevilla celebrada con toda pompa el día 2 de Mayo de 1570 tal como la describe Juan de Mal Lara [1]. La entrada en la ciudad del rey tuvo lugar por la entonces llamada Puerta de Goles que en adelante por tal motivo pasó a llamarse Puerta Real, y junto a ella tuvo lugar la entrega de llaves de la ciudad, ritual a través del cual la ciudad simbolizaba su acatamiento a la autoridad del insigne monarca. La entrada en Sevilla fue precedida por un desfile de la comitiva real desde la residencia palacial y de recreo Bellaflor (Aceña de Doña Urraca) situada junto al rio Guadaira atravesando el campo de Tablada para discurrir por toda la orilla del Guadalquivir, recorrer el puerto del Arenal y llegar a la citada puerta de la ciudad. La presencia del rey en Bellaflor durante casi 24 horas fue un preludio importante de la visita de Felipe II donde tuvo ocasión de ser agasajado con un almuerzo que le permitió disfrutar de la gastronomía local, la amenidad de la cuidada finca, del paisaje de la ribera del Guadalquivir y departir junto a su corte con algunos notables de la ciudad. Por tanto nos va a interesar particularmente en el preludio de la entrada del rey en Sevilla para seguir profundizando en la antigua geografía de la franja inmediata entre los términos municipales de Dos Hermanas y Sevilla, separados por el cauce del Guadaira [2], recuperando así la memoria de elementos geográficos cuyo recuerdo se ha olvidado (la Aceña de Doña Urraca al pie del Guadaira, campo de Tablada, molino de Camargo etc ).

Significado de la llegada de Felipe II para la Ciudad de Sevilla

 La monarquía hispánica constituía el más importante centro de poder de Europa en tiempos de Felipe II y Sevilla era una opulenta ciudad, el mayor emporio comercial y capital del mundo conocido, del antiguo (Europa) y del Nuevo (América). El acto de recibir a un rey era un acontecimiento de primer orden, por eso en este caso el recibimiento debía incluir un ceremonial y escenografía con un colosal despliegue de medios que estuviese en consonancia a la importancia del rey y de la ciudad. El acto de la entrada del rey en la ciudad se convertía así en un instrumento de propaganda política, un espectáculo del poder donde rey y autoridades se exhibían ante la mirada pública que actuaba como caja de resonancia de su poder para todos los vasallos de la región. Monarquía y autoridades ciudadanas reafirman su supremacía a través del ceremonial, que a pesar de la participación masiva del pueblo llano no deja de ser expresión de una estructura social férrea mente jerarquizada. En el cortejo que acompaña al rey en su entrada en la ciudad están representados prácticamente la totalidad de las autoridades laicas y eclesiásticas, el estamento militar y marino, junto una nutrida representación de las familias más notables. Son miles de personas engalanadas con las mejores ropas, es una de las principales puertas de las murallas (Puerta de Goles) jalonada por arquitectura efímera con arcos triunfales y decorado con tapices, estatuas y otros adornos; está también un itinerario por las principales calles de la ciudad adornadas con banderas y estandartes hasta llegar a la Catedral; y a ello se suma la fiesta de la pólvora representada a través de cientos de arcabuceros y cañones disparando al unísono desde las orillas del Guadalquivir, y un espectáculo de fuegos en la torre de la Giralda antes de que el rey culminase la jornada albergándose en la residencia del Alcázar.



Fig. 1  Mapa donde se representa la ciudad amurallada de Sevilla, el Campo de Tablada(en color rosado), los riachuelos Tagarete, Tamarguillo (Camarguillo) y río Guadaira y el itinerario de dos jornadas seguido por Felipe II en su visita a la ciudad. 1Punto de partida: Monasterio de la Cartuja; 2 Punto de alojamiento en su primera jornada: Bellaflor; 3 punto de alojamiento tras su desfile y entrada: Alcázar de Sevilla. El itinerario de las dos jornadas va en línea punteada roja. Desde la Venta Heritaña hasta la Puerta de Jerez el camino habitual va señalado con punteado azul, si bien el rey marchó por las orillas del río . En el río Guadalquivir se señalan los bajos B1 Punta de los Remedios B2 Punta de Tablada B3 Bajos de Tablada B4 Punta del Verde B5 Bajos del Copero. Adaptación hecha sobre el Mapa IECA 1988015743 (aprox .años 1810-30) con algunos datos del IECA 1988015668 (Canuto Corroza 1857).Ambos mapas de la colección del Instituto Cartográfico de Andalucía.
 

Apretada crónica del itinerario y la entrada en Sevilla del rey Felipe II

 El rey junto con su corte y dos hijos príncipes llega desde Córdoba el sábado 29 de Abril y se aloja en la Rinconada. Al día siguiente domingo de Pentecostés 30 de Abril el rey quiere desplazarse al lugar que ha de acogerlo: Bellaflor (una hermosa finca de recreo y molino harinero conocido mayormente como Aceña de Doña Urraca en el límite del término de Dos Hermanas con Sevilla ocupando la orilla derecha del río Guadaira), pero ese día se pospone el desplazamiento para dar mayor tiempo a los preparativos y en cambio pernocta en el monasterio cartujo de Santa María de las Cuevas a orillas del Guadalquivir.
El lunes 1 de Mayo (lunes de Pentecostés) después de oír misa en el monasterio cartujo empieza su itinerario (Fig. 1) navegando en barco de remos atraviesa el puerto de Sevilla (el compás del Arenal entre el puente de Triana y la torre del Oro) de manera lo más anónima posible, no obstante de manera inesperada le rinden honores con salvas de pólvora un batallón de arcabuceros apostados en la torre del Oro cuando descubren su paso. Prosigue por el río y pasa  luego un recodo conocido como punta de los Remedios y a continuación el tramo conocido como los Gordales, dejando a mano derecha las huertas de Triana y a la izquierda las de Tablada, hasta llegar a desembarca cerca de la Punta o Rincón de Tablada, siguiendo ahora a caballo. Atraviesa Tablada en dirección nordeste hasta llegar finalmente a Bellaflor donde tiene lugar la colación y refrigerio de S.M. junto a su corte. En esta bella finca de recreo propiedad de los duques de Béjar, situada junto al río Guadaira y tiene a 1/2 legua bajando por ese al Guadalquivir. Bellaflor está llena de variadísimos árboles frutales y alamedas todo dispuesto como un delicioso jardín, dispone también de pesquerías y un molino, pero lo más importante de un lujoso palacete renacentista donde el rey junto a la corte se van a hospedar.
Al día siguiente martes 2 de Mayo, el rey se dispone ya para hacer su visita a Sevilla en compañía del cardenal y los dos serenísimos príncipes que llegan a caballo en esa mañana. El encuentro del Rey con el cardenal y sus hijos se produce bajo un toldo dispuesto a una distancia prudencial de Bellaflor, allí a 300 pasos de la cancela de la finca también esperan poco más o menos 300 milicianos de Sevilla y Triana perfectamente armados y uniformados que tras una reseña le rinden honores disparando una salva con sus arcabuces. Se inicia desde Bellaflor la comitiva por tierra hacia Sevilla, observamos ahora al séquito real acompañado por las referidas cuadrillas de infantería, atravesando Tablada en dirección a la alcantarilla del arroyo Eritaña junto al molino de Camargo para salvar su corriente. Inmediatamente pasado el molino de Camargo la comitiva hace un descanso en un entoldado donde S.M. es saludado por las "justicias" del Santo Oficio, Audiencia Real, Gobernador del Arzobispado, Jurados del Cabildo Municipal y Asistente del Reino de Sevilla, todos ellos acompañados por sus respectivos oficiales y alguaciles. Rinden igualmente allí pleitesía los Veinticuatros de ayuntamiento de Sevilla (cuyo número es de 56 detentadores de dichos cargos equivalente a concejales). Allí también saludan y rinden pleitesía a SM la nobleza de Sevilla y otros notables ciudadanos, junto con el rector del Colegio (Universidad) de Santa María acompañado por colegiales, doctores y maestros. También por último le rinden honores un numeroso batallón de la Santa Hermandad. Todos se unen según un riguroso orden de protocolo a la comitiva que prosigue su camino marchando ahora por las cercanas orillas del río Guadalquivir. De tal manera que la crónica señala: "la otra gente que poseía la parte de Tablada, continuando su apretado escuadrón, se venía aliado de Su Majestad. Yendo por la ribera del río la corte, haciendo el río mesmo reparo a la otra que estaba de la banda de Triana, que tanto deseo tenían los unos y los otros de acercarse".
La comitiva continua así hasta llegar a la Universidad de Mareantes de S. Telmo donde SM entra hace un descanso y se refresca. Sigue por la banda del río y en las cercanías de la puerta de Jerez donde hay dispuesto otro toldo rinden pleitesía al rey y se unen a la comitiva otra partida selecta de autoridades: jueces y oficiales de los sendos Almirantazgo de Castilla, la Casa de Contratación de Indias y Consulado de Sevilla. Atraviesa el cortejo, yendo siempre junto a la orilla del Guadalquivir, el arroyo Tagarete mediante un amplio puente de vigas de madera construido a propósito, dejando a su derecha la Torre del Oro y entrando en el espacio del Arenal y Puerto de Sevilla. Ahora una serie de actos subrayan el marcado carácter naval de la recepción que la Ciudad hace al rey, no en vano fue preparada y costeada en su mayor parte por la pujante Casa de la Contratación. El rey se detiene de nuevo se produce una salva de pólvora y continúa su marcha pasando revista a 50 naos perfectamente aparejadas para una próxima salida de la Flota de Indias, alineadas y orilladas en la banda de Triana pero con su proa mirando hacia Sevilla. Allí preside Felipe II una competición de remo, antes de disponerse a la ceremonia de entrada en la ciudad propiamente dicha.
Apreciamos en esta ocasión que el recorrido planificado era diferente, pues lo habitual en otras visitas reales a Sevilla, los monarcas entraban siempre por la Puerta de la Macarena. Un motivo de cambio fue en primer lugar resaltar la importancia y revalorización que tenía el río y el puerto, pues constituía la razón de ser del floreciente comercio de la ciudad y toda España con Indias. En segundo lugar se buscó ya dentro de las murallas el itinerario más lucido para este magno cortejo dado el impedimento de la disposición y estrechez de muchísimas de las calles sevillanas.
Felipe II se detiene de nuevo, jura los fueros y se hace entrega de las llaves de la ciudad antes de atravesar la Puerta de Goles (hoy conocido el lugar como Puerta Real). El rey continua por la calle de las Armas (actual calle Alfonso XII) y pasando por la plaza del Duque, Sierpes, San Francisco, continua por la calle Alemanes (actual Hernando Colón) y entra en recinto catedralicio por la Puerta del Perdón, allí es recibido ante el Patio de los Naranjos por el Cabildo Catedral y celebra ya en el interior el rezo de un "Te Deum".
Ahora pasaremos a desglosar la información que Juan de Mal Lara nos aporta sobre la finca de Bellaflor y el Campo de Tablada respectivamente, para descubrir elementos de su paisaje en un momento en que no estaba tan antropizado como en la actualidad.



Fig. 2 Recreación muy aproximada de la disposición de los molinos de la Aceña de Dña. Urraca (parte superior Molino del Arzobispo) su acequia (caz o cauce) y a su derecha el río Guadaira en estado natural. La presa (azuda) de la Aceña serviría de pasadera en el camino hacia el Copero. El molino de Dña Urraca tendría de 4-6 piedras de moler con ruedas horizontales más una rueda vertical en la parte que pega a la orilla para un batán que no se indica en la figura. En las proximidades se encontraba la Casa Señorial de Recreo llamada Bellaflor que dominaba toda la finca 1. Figuradamente Río Guadaira 2. Azudas (en el caso del molino del Arzobispo por debajo se encontraba el puente del Guadaira junto a una torre) 3. Acequia (Caz o Canal) 4.Tablones reales (compuertas de regulación) 5. Aliviadero 6. Almacen del agua (balsa) 7. Cubo o cubos con un partidor de agua o parada (canalejo) para cada piedra de moler 8. Edificio del molino que en el caso del molino de la Aceña de Dña Urraca debería llevar otra azuda en el lateral para almacenar más agua 9. Socaz (desagüe)


 Descripción de la "casa de placer" de Bellaflor (Aceña de Doña Urraca) donde se alojó Felipe II y el paisaje que le rodea

La llegada del rey por el Guadalquivir en una lujosa barca de remos a Bellaflor es descrita por Mal Lara así: "Desta manera pasó S. M. hasta junto a las huertas que vienen de Bellaflor al río, que es más adelante del rincón de Tablada" .... Allí llegó el rey a desembarcarse y montando en un caballo morcillo junto con sus acompañantes todos puestos a caballo fueron entre las huertas y el rio haciendo camino "hasta que entró en Bellaflor, la cual es una casa de placer, que se solía llamar Las Aceñas de Doña Urraca y, en poder de la Duquesa de Béjar, tomó aquel nombre; y ahora es de Don Manrique de Zúñiga, su hijo." [3]. Mal Lara sigue describiendo el paisaje que rodea a Bellaflor :"Porque considerando primero el sitio y lugar tan extendido que es el campo de Tablada, y por aquella parte irse cortando con el poderoso crecimiento de Guadalquivir, a vista [en frente]de la sierra[cornisa] fertilísima y partes del Ajarafe, que desde la vuelta de Merlina [ alquería en terreno de Dos Hermanas] hasta la ermita de Santa Brígida [en el cerro mirador de Camas] se va extendiendo, vista la abundancia de los diversos ganados que allí entran, y que los más, o todos, vienen a beber junto a las aceñas de la casa[de Bellaflor], en una vuelta grande del río y venida de [el río] Guadaira, que atraviesa toda Tablada, pasando por debajo de la casa[de Bellaflor], y a la redonda[el Guadalquivir], que con su creciente o rebalaje della hace una tendida tabla de agua, que muy ancha se muestra para poderse pasear con barcos (barquichuelas) por ella ... ".
“... Cercándo [a Bellaflor] una fresquísima alameda y crecidos árboles, que dan compañía y ser a la huerta, que poblada de frutales y repartida con sus calles, demuestra de grande trabajo para los curiosos hortelanos. Por allí debajo de las casas [palacete y molino de la Aceña junto a Bellaflor], toda Sevilla se sirve de aquel paso, como llave de la ciudad para todos los campos que en aquel rincón de Tablada se extienden. El edificio de la casa parece de fortísimo fundamento, cortado en el mismo río, con sus patios altos (terrazas) y galerías grandes, de donde se ven aquellos espaciosos prados y vueltas del gran río, con la hermosa perspectiva de los navíos y armadas enteras que, a la continua, se registran por la Torre del Oro y muelle [para llegar al puerto de la ciudad]”. (veáse la Fig. 2 para hacerse una composición del funcionamiento como molino de las Aceñas de Dña. Urraca aneja al caserío de Bellaflor)
“ ... , entrando por las salas [de la casa], es gran deleite ver cuán acompañadas de ..[manjares, adornos y muebles], en que se emplea la vista, si no quieren gozar de lo que naturalmente ofrece el campo y admirable pintura del río, ahora por la tierra ver diversos trajes de caminantes y muchedumbre de ganados, ahora por agua el ir y venir de navíos, carabelas y barcas de todo género, contentando la vista de lejos verdaderos, y de cerca se ofrecen tablas, lienzos y retratos que al entendimiento dan diversas consideraciones, preguntando o declarando lo que en cada uno se muestra. No menos el mirador (que cae sobre el recibimiento que hace Guadaira, que por la parte de levante viene a entrar en Guadalquivir, para acompañarlo hasta la mar) ¡cuántas partes tiene de vista deleitosa, así en agua como en tierra! Aquí los vivares [de conejos] hechos artificiosamente para ver presentes los que en el bosque y dehesa se esconden ..... ; allí los peces del estanque, y la azacaya (noria) y caños que llevan el agua adonde riegue todo lo que es menester en la huerta. Aquí tienen los aires gran frescura, templados de parte del río y del campo. Lo que se ve allí y considera es faltar palabras para declarar el gusto que recibe el que allí se aparta de los negocios de Sevilla [ ... no hay deleite comparable a] pasear aquella morada, en donde tenemos, por ahora, a S. M. y toda su corte reposando".
“Era menester [en Bellaflor] para una ciudad que se mueve y anda como la corte debe ser como una ciudad portátil, y que a proporción de la ciudad edificada deben tener provisión sin que le falte nada" ... Se proveyó de hacer una grande caballeriza, arrimada a la muralla de la huerta, que corre por la delantera de la casa, armando un toldo con mástiles grandes de navíos, que tendrían más de quinientos pasos de largo, y catorce en ancho, con todo lo que se requiere para arrendar caballos y acémilas, hechas sus pesebreras ..... En otra parte estaban armadas tiendas muchas, y diversos ranchos, para la guarda de a pie y servicio de casa".
Sobre el paisaje de Tablada que se observa desde la altura del edificio de Bellaflor nos interesa destacar que está encuadrado por una zona donde las mareas del río Guadalquivir penetrando por el Guadaira forman diversos canales navegables para barcas planas, una marisma dulce, "verde tabla de agua" (Tablada) donde pastan innumerables rebaños vacunos y ovinos de los ganaderos de la Ciudad de Sevilla, a los que en ocasiones se ve marchar hacia Eritaña en ruta al Matadero situado precisamente junto a la “Puerta de la Carne”. Vemos en Tablada, en el río Guadaira las aguas embalsadas y almacenadas para accionar los diversos molinos por encima de las Aceñas de Doña Urraca (último de los mismos). Este agua regulada se aprovecha no tan sólo para la molienda, sino que permite mantener el riego de numerosas huertas de esta parte de Tablada. Sabemos que por encima se hallaba el molino del Arzobispo junto al puente del Guadaira y que desde el molino había una acequia independiente del río hasta Bellaflor [4] que abastecía al tiempo a demás huertas y fincas de recreo aledañas. Muy importante es la información de Mal Lara de que la azuda del palacete y molino de la Aceña era usada como presa-puente sobre la acequia y el río,toda Sevilla se sirve de aquel paso, como llave de la ciudad para todos los campos que en aquel rincón de Tablada se extienden". Es decir esa azuda (Fig. 2) a falta de un puente hacía de camino para Torrecuéllar, El Copero, la Merlina y Coria del Rio de aquellos rebaños, viandantes y caballerizas que provenían desde Eritaña (Molino de Camargo) como anteriormente habíamos supuesto.



Fig. 3 Representación de un trozo del camino que sale de la puerta de Jerez hasta la Venta de Eritaña. La ruta seguida por Felipe II (paralela a este tramo) iba en cambio por las orillas del Guadalquivir entre la desembocadura del Tamarguillo y S. Telmo para mejor seguimiento del público apostado en barcos en el río y los que se hallaban en la orilla opuesta lo que en los sucesivo sería conocido como Camino Real del Río. Adaptado sobre el plano de 1777 de la Carrera de Cádiz a Sevilla […] desde la inmediación del convento de San Diego hasta la Calzada […] Archivo General de Simancas MPD 22 y 21.
 

Descripción de Tablada, sus riachuelos y caminos

 Es preciso recordar se llamaba campo de Tablada [5] a toda la llanura de una extensión de una legua cuadrada que se extendía desde las murallas de Sevilla que pegaban con la puerta de Jerez y Puerta del Carne (Prado de S. Sebastián) hasta las riberas inundables del río Guadaira, lo que en algunos mapas aparece designado como Prados.
Mal Lara nos informa:"Tiene siempre verde lo llano de Tablada y la tierra continuamente vestida para el pasto de los ganados que proveen esta ciudad; donde se ve ermitas, casas, puentes, torres, lugares, arroyos esparcidos por aquel extendido llano, no hay cosa que le pueda dar mal olor o la fatigue con la reverberación del sol; visítala la marca del río toda". Para precisar el paisaje referido cabe indicar la presencia de la Ermita de S. Benito, S. Bernardo, S.Sebastián y aún la de Valme. Los puentes son alcantarillas en vaguadas sobre arroyuelos de la misma pradera, siendo el mayor el Puente del Guadaira junto al molino de igual nombre (llamado también del Arzobispo) y las torres se deben referir a estas construcciones habituales junto a los molinos y puentes para su estratégica defensa y servir de refugio en caso de riadas de las que nos sirve de ejemplo la llamada torre del Guadaira.
Para precisar la geografía de la llanura de Tablada decir que tres riachuelos la atravesaban. El primero el Tagarete que bordeaba las murallas del este de la ciudad de Sevilla constituyendo un "foso natural" de las mismas hasta el extremo sur donde atravesado por un puentecillo junto a la Puerta de Jerez desembocaba al pie de la torre del Oro en el Guadalquivir. El segundo el arroyo Eritaña (otras veces llamado Juncal por atravesar ese cortijo con un pequeño afluente Juncalillo), pero sobre todo conocido de manera indebida como Tamarguillo. Según hipótesis L Toro Buiza debía llamarse en propiedad Camarguillo  pues tomaría nombre del molino de Camargo [5] desde el que fluía en un trecho de aprox. ½ km hasta desembocar en un recodo del Guadalquivir frente a la punta del Convento de los Remedios. Y por último el riachuelo de mayor caudal: el Guadaira que desde el puente de La Horadada, donde abandonaba el término de Alcalá, seguía su curso pasando por el Puente del Guadaira (conocido desde finales del s. XVIII como de la Pólvora), marcando el límite norte del término de Dos Hermanas, continuaba hasta el Molino de la Aceña de Dña. Urraca o villa de recreo de Bellaflor para poco después rendir sus aguas al Guadalquivir frente al pueblecito de Gelves en la otra orilla de este río [6].
Mal Lara nos da unas indicaciones geográficas interesantes sobre estos tres riachuelos que atraviesan el campo de Tablada. En primer lugar que para poder recibir al rey Felipe II que en su camino hacia Sevilla se dio solución a las estrechas travesías o alcantarillas de los dos primeros arroyos, "que por Tablada van al río [Guadalquivir]": el Aritaña y el Tagarete. En el Tagarete pasando por el lado de la Puerta de Jerez [y llegando] al pie de la Torre del Oro, "formando puente con gruesos pinos y cubiertos con bastante tierra, se hizo un ancho camino para la mucha gente que formaba parte de la comitiva". Asimismo un trabajo semejante se efectuó sobre el arroyo Aritaña “en el molino de Camargo se trabajó más que en todo, para que lo que antes era puente y paso angosto, fuese campo, y bastase para sufrir toda la gente que había de venir por aquella parte". Sobre el rio Guadaira nos dice que sus aguas pasan por "Bellaflor, que muelen algunas aceñas, con presas de pescados y huertas por ambas bandas, y puentes, y muchas casas de placer".
Por otra parte sabemos según recoge Alonso Morgado [7] otras informaciones en época próxima interesantes sobre la parte de Tablada más próximas a Sevilla (lo que se ha conocido como Prado de San Sebastián). Aunque el cortejo de Felipe II siguió las orillas del Guadalquivir sabemos que el camino habitual iba más directamente desde el paso sobre el arroyo Tamarguillo-Eritaña donde estaba el molino de Camargo hasta la Puerta de Jerez (siguiendo la actual Avda de Isabel la Católica). En ese camino (Fig. 3) nos encontrábamos: el Quemadero (aprox. Pabellón de Portugal) lugar donde quemaban a los herejes "en el poste en el campo de Tablada", ... "situado fuera de la ciudad, delante del convento de San Diego (hoy Casino de la Exposición) cercano a la Puerta de Jerez" [ ... ] siguiendo [en dirección sudeste] desde el Quemadero hacia la ermita de S. Sebastián (hoy Parroquia de S. Sebastián en el Provenir) estaba la Horca de Tablada, lugar donde colgaban a los criminales. En el campo de Tablada [yendo hacia el sur] está "la ermita del bienaventurado San Sebastián, que es capilla de la Iglesia Mayor [y cementerio de canónigos y clérigos]". Por tanto viniendo desde Sevilla tras el paso por el arroyo doble del Camarguillo (Tamarguillo) y Eritaña se abrían tres caminos uno en dirección a la Puente de la Horadada hacia Quinto, otro recto hasta la Puente del Guadaira (de cuya existencia se tiene noticias en 1499 [8], posteriormente nombrada alcantarilla de la Pólvora) hacia Dos Hermanas y el último en dirección suroeste hasta el paso de la Aceña de Dña. Urraca hacia el Copero. Este último es una pasada o puente-presa, es decir usando la azuda del último gran molino situado sobre el Guadaira.
Para finalizar, añadir que con la investigación aquí mostrada queremos restituir y completar el conocimiento paleogeográfico ya iniciado en una anterior publicación (véase la Revista del 2014) sobre esta amplia banda de terreno a orillas de los antiguos límites del término de Sevilla y Dos Hermanas, sin que por ello el tema esté agotado proponiéndonos aportar nuevos datos en una próxima entrega.

NOTAS

[1]  "Recibimiento que hizo la muy noble y muy leal ciudad de Sevilla a la C.R.M. del Rey D. Felipe 11" Juan de Mal Lara. Edición de M. Bernal Rodríguez. S. Publicaciones Un. Sevilla (1992) del término de Dos Hermanas marcado por el cauce.
[2] Véase nuestro anterior artículo  “El puente de la Pólvora y las Ventas del río Guadaira: encrucijada de caminos en el límite del antiguo término de Dos Hermanas con Sevilla (1839). Geografía antigua de la franja inmediata entre ambos términos municipales. “Revista de Dos Hermanas. En él nos referimos a los puentes y molinos del Guadaira que se hallaban en el límite términos sevillano-nazareno en 1839. A modo de resumen y para corregir algunas imprecisiones en tal sentido de nuestro anterior trabajo vamos recapitular las pasadas y molinos sobre el río Guadaira en dicho límite, es decir en la zona inmediata a su desembocadura en el Guadalquivir. Los tres pasos de caminos sobre el Guadaira eran al menos entre el s. XIV-XIX: 1) en el camino hacia Utrera pasando por Quintos el antiguo Puente de la Horadada que ya ocupaba este lugar desde la época romana (no muy lejos de la alcantarilla en el sitio de San Juan de los Teatinos para pasar a la isleta que dejaba la acequia de los molinos de San Juan que se hallaban en un “asa del Guadaira”) 2) en el camino hacia Dos Hermanas el puente del Guadaira o de la Pólvora ( hemos de rectificar si bien en su origen pudo ser de barcas sin embargo desde s. XVIII al menos era de mampostería) e inmediato a él por encima del curso estaba el molino del Arzobispo y 3) en el camino a Torrecuéllar, El Copero y Coria estaba la pasada a través de la presa del molino de la Leña ( en realidad este nombre fue una confusión en el mapa topográfico de 1918 hoja 984, del nombre correcto sería molino de la Seña, corrupción del original de molino de la Aceña de Doña Urraca). Por otra parte los molinos erguidos conforme se baja el río desde donde principia el límite de términos de Sevilla y Dos Hermanas ( justo en las inmediaciones del Puente de la Horadada), es decir tras abandonar el término de Alcalá y de este a oeste, que nos encontrábamos son: 1) San Juan de los Teatinos conocido también como molino de Tizón (en el cauce del mismo río y propiedad de los Jesuitas ( el pueblo los confundía y llamaba teatinos) hasta su expulsión en 1767 cuando fue convertido en fábrica y barrena de cañones); 2) El "asa del Guadaira", una acequia de derivación artificial en la margen izquierda del río en el que se situaban los tres molinos de Aljudea, de Torreblanca o de Torre de Doña Blanca y de Menjoar conocido también como de Mejora o Zapote (en alusión al árbol de igual nombre originario de las Indias y traído por Colón en uno de sus viajes); 3) el molino del Arzobispo o del Guadaira (junto a la torre de la Pólvora, puente y molino de igual nombre posiblemente por dedicarse tras su desamortización a la fabricación de explosivos. El Molino de Menjoar y del Arzobispo eran propiedad del Cabildo Catedralicio de Sevilla hasta la Desamortización) y por último 4) molino de la Seña (conocido como Aceña de Doña Urraca junto al cortijo del Batán lo que da pie a pensar que este molino harinero llegó a tener un canal dedicado a batanar pieles o tejidos, o que antes de dejar de funcionar éste fue el último uso que tuvo)
[3] Se ha confundido anteriormente en otras publicaciones Bellaflor con el cercano y actual “Jardín de las Delicias” de Sevilla frente a la Plaza de América del sevillano Parque de Mª Luisa, pero para nada cuadra esta ubicación con lo que nos cuenta Mal Lara. Esperamos con este trabajo deshacer la actual confusión.
[4] A.C.S., Secc. Mesa Capitular, Libro de Apeamientos de las posesiones
del Cabildo y Fábrica, 1499(28); p. 231 según se cita textualmente en “LOS MOLINOS DE LA CATEDRAL DE SEVILLA”. Reyes Jiménez López. En www.redes-cepalcala.org/ciencias1/arquitectura.../molinos_catedral.htm

[5] "Sevilla en la historia del toreo". p. 64 L Toro Buiza. Ed. S. Publicaciones Univ. Sevilla 2002.
[6] Según se recoge de la descripción que aparece en el diccionario Geográfico de Madoz (1849) el límite entre los antiguos términos de Sevilla y Dos Hermanas se podría perfilar así: El termino de Sevilla se ciñe en el oeste al rio Guadalquivir, sigue ese curso hasta como 1/2 legua por debajo de San Juan de Aznalfarache, de forma que por frente de Gelves entra por la desembocadura del río Guadaira (que discurre al sur de Sevilla) y continúa contra su corriente "dejando á la derecha el término de Dos Hermanas y sigue basta la puente Horadada donde linda ya con Alcalá de Guadaira" (este puente estaría justo por detrás de la actual universidad Pablo de Olavide)
[7] “Historia de Sevilla” Morgado Alonso (1587) Reedición J.M. Ariza en Sevilla (1887)
[8] “LEONARDO DE FIGUEROA COMO ALARIFE DE LA CATEDRAL DE SEVILLA”
FERNANDO CRUZ ISIDORO en Laboratorio de Arte 12 (1999) 171-179
[9] FUNCIONAMIENTO DE LAS MUELAS DE MOLINO EN LOS MOLINOS DE AGUA